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El Ademar aprende a ganar fuera

Los leoneses suman ante el Toledo la primera victoria como visitantes tras la vuelta a la liga el pasado mes de enero

La vuelta al equipo del central asturiano Carlos Ruesga, en la imagen en un lanzamiento, ayudó a la

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área 11 | toledo
León

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Por fin el Reale Ademar vuelve a ganar fuera. No lo hacía desde el retorno de la liga el pasado mes de enero y esa carencia le estaba pasando factura. Ayer, coincidiendo con la vuelta de Carlos Ruesga al equipo después de tres meses de baja por una lesión, los leoneses demostraron ante el Toledo que no se les ha olvidado ganar fuera. Con su triunfo de ayer empatan a puntos con el cuarto clasificado, el Valladolid, y vuelven a entrar en la pugna por la tercera plaza de la liga.

No debía haber lugar a la sorpresa y no la hubo. Al Reale Ademar León sólo le valía la victoria en Toledo, donde se enfrentaba a uno de los equipos del furgón del cola que lucha desesperadamente por la permanencia, y aunque le costó doblegar a su rival en la primera mitad, al final acabó llevándose la victoria y los puntos de manera tranquila y holgada. En el segundo periodo los visitantes hicieron bien visibles todas y cada una de las diferencias que lo separan del conjunto toledano, que son muchas, y mató el partido mucho antes de que este acabara.

Comenzó el partido presentando ambos equipos defensas de seis, que no variarían salvo en momentos puntuales. El Toledo saltó a la pista mucho más enchufado que su oponente y prueba de ello es que en un abrir y cerrar de ojos había cogido una renta interesante de dos goles, 3-1. Los leoneses se pusieron las pilas y no dejaron lugar a sorpresas, empatando a cuatro poco antes del minuto diez. Pero algo no funcionaba y los visitantes cedían terreno en las transiciones ataque defensa. También le costaría mucho al Ademar ajustar correctamente su ataque y no anduvo fino hasta el último tramo del primer periodo, concretamente hasta el minuto veinte y cuatro de juego, cuando cogió por primera vez la ventaja en el marcador. Hasta entonces fue siempre por detrás, haciendo la goma ante un siete toledano que se desgastaba generosamente en lo físico en todas sus acciones. Pero pese a todo, se veía que los mimbres del Ademar eran mejores, y también el fondo del armario, que salió al rescate cuando el Toledo comenzó a mostrar debilidades.

A cinco minutos para el final de la primera, cuando el Toledo perdió la ventaja, el partido cambió de signo. En esos últimos minutos el Toledo se precipitó en exceso ante una defensa ademarista que siempre mostró un buen nivel. El resultado fue que el Ademar enjugó la distancia y cogió una renta de dos goles al descanso, 13-15.

A la vuelta de los vestuarios el Ademar se impuso de salida un ritmo de juego mucho más alto que su oponente fue incapaz de aguantar. No dio opciones, el Ademar demostró a las primeras de cambio las muchas diferencias que existen entre ambos equipos. En seguida aumentó su ventaja de dos goles en el marcador y poco a poco fue rematando la faena ante un Toledo al que cada vez le costaba más llegara a las jugadas. Mermado en defensa, con un jugador fundamental como Pesic que ya no jugaría más debido a su problemas físicos, y con serios problemas en ataque, el Toledo fue hincando la rodilla ante un Ademar que a diez minutos para la conclusión del choque ya había sentenciado el resultado. El equipo leonés supo aprovechar a la perfección las varias exclusiones locales y en esos minutos de superioridad reventó el resultado. También aprovechó las continuas pérdidas de balón, incluso bastantes más que en la primera, y las precipitaciones locales. Cuando el tanteo se ensanchó el Toledo perdió todas las opciones.