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BALONCESTO. LIGA LEB-ORO

León cede en el físico (62-75)

El Burgos saca a relucir su fortaleza bajo los aros para frenar la racha de los de De Grado

Julio sufre los rigores defensivos de Downs y Tillman.

León

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A veces el esfuerzo se queda huérfano de recompensa. Ayer le ocurrió a Baloncesto León frente al Burgos (62-75) en un pulso en el que los de Javier de Grado disfrutaron de un cuarto favorable, dos con emoción en el marcador y un último en el que la falta de recursos físicos le llevó a un marcador adverso que a falta de 1'55 contemplaba aún un esperanzador 60-66.

Defensa e intensidad fueron precisamente las armas que desde el salto inicial aplicaron los locales, sabedores de que gran parte del éxito radicaba en reducir la aportación de Downs, Tillman y Baldo. El 0-2 fue apenas una anécdota en los primeros diez minutos. Acto seguido a la canasta de Downs Quezada con triple incluido y Seawright se encargaban de cobrar la primera ventaja destacada para los de De Grado (7-2). A pesar de la poca frecuencia a la hora de anotar de unos y otros consumidos cinco minutos León llevaba la voz cantante en el electrónico (9-4). Una ligera reacción provocada en parte tras tener que irse al banquillo Bernabé a causa de su segunda personal acercaba a los de Casadevall a dos puntos (12-10). Pero la seguridad en el rebote de los locales que acumulaban hasta seis capturas más volvía a proporcionarles un margen de maniobra sólido reflejado en el 18-12 con el que se cerraban los diez minutos iniciales.

La entrada en escena de Lorant, el mejor activo de los castellanos, abrió un nuevo panorama en el segundo cuarto. También la temprana y sin duda rigurosa tercera personal señalada a Bernabé. Antes de la reacción visitante León lograba su máxima renta con el 20-12. A partir de ahí el ataque local se atascó con tal profundidad que Burgos, con Lorant y Downs firmaba un parcial de 0-13 que le llevaba a recuperar el mando de las operaciones casi 14 minutos después de haber estrenado el marcador con el 0-2. Del 21-14 se había pasado al 21-27. Y el riesgo de ceder el control de la situación empezaba a asomar la cabeza. Menos mal que ahí estaba Jorge García para con un 2+1 volver a comprimir el pulso provocando además un parcial de 8-0 favorable que guiaba al 31-17 a falta de poco más de dos minutos para el descanso. León no supo rematar y al final, aunque por muy poco, dejaba la situación con un 33-36 que auguraba mucha batalla para los 20 minutos restantes.

Jugada a jugada, canasta a canasta, leoneses y burgaleses libraban una pugna intensa que apenas posibilitaba a unos y otros irse con más de cuatro puntos de ventaja en la tercera entrega. Eso hasta que con 46-48 los visitantes volvían a aplicar un punto más a su juego aprovechando la falta de acierto local ante el aro. El resultado, un 2-9 en contra de León a diez minutos para cerrar el encuentro.

No pudo empezar peor el último cuarto para los locales. Ni el 2+1 de Quezada evitó que el Autocid superara la barrera de los diez puntos de distancia. El 52-63 a falta de cinco minutos lo decía todo. Aún los locales tuvieron arrestos para reducir la desventaja a seis puntos con el 60-66 que mostraba el marcador a 1,55 del final. Y ataque para León que pierde el balón y propicia una canasta de Rai López. Y ahí se acabó todo. Porque las prisas no son buenas y menos frente a un enemigo con muchos quilates de calidad.

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