Golpe de autoridad (33-23)

Si alguien optó ayer por quedarse en casa y ver el partido de Champions del Real Madrid en lugar de acudir al Palacio para disfrutar del Reale Ademar se equivocó. Sin duda no fue su decisión más acertada porque el equipo leonés hizo su mejor partido de la temporada para apabullar a un CAI Aragón que venía de ganar al todopoderoso Ciudad Real. Hubo ansia de victoria, compromiso para lograrla y garra para mantenerla cuando en el segundo tiempo los hombres de Jordi Ribera rompieron el choque.

La victoria (33-23) demuestra que la progresión del equipo no es ficiticia y que va a llegar en su mejor pico de forma al tramo más caliente de la temporada. Tras el empate del Granollers el martes, el Ademar se acostó ayer a sólo tres puntos de los catalanes. A sólo tres puntos de ese tercer puesto que da billete para la próxima edición de la Liga de Campeones.

Una noche redonda que empezó con un CAI plantando cara y yéndose 0-2 de inicio. No fue un buen presagio. El arranque estuvo marcado por las defensas. Y sólidas ambas como lo demuestra el empate a cuatro que reflejaba el marcador cuando se llevaban consumidos diez minutos. En el Ademar brillaba Álamo en la portería y Krivochlykov anotando: tres goles llevaba ya el ruso. El CAI apuraba sus ataques al máximo y se mantenía en el partido soplando en la nuca de los leoneses. En el ecuador de la primera parte seguían las tablas: 6-6. Como se preveía, el choque iba muy igualado. Había mucho en juego y nadie quería ceder.

Álamo sigue entonado en la portería y Montoro toma el relevo en la faceta anotadora. El Ademar carga bastante el juego en el pivote y Carou y Andreu sacan algo positivo cada vez que les llega el balón.

Pero el equipo echa de menos al Ruesga desequilibrante que todos esperan. El asturiano lo intenta, está activo pero se le nota que le falta la adrenalina de la competición.

Pasan los minutos y nadie es capaz de romper el partido. En el CAI el serbio Stankovic es su referente ofensivo pero Montoro sigue con el brazo caliente demostrando porqué le ha quitado la titularidad a Buntic.

A cinco minutos del final de la primera parte el equipo leonés logra su máxima renta: 12-10. Y en el ataque siguiente Krivochlykov la sube con un gol más. Álamo le para un penalti prodigioso a Cartón y en un ataque posicional de libro Aguirrezabalaga abre la brecha un poco más. Un a última reacción maña deja las cosas al descanso en un esperanzador 14-11. El envite estaba muy igualado y todo se decidiría en la segunda mitad.

En la vuelta el Ademar endosa al CAI un parcial de 4-1 con un Krivochlykov letal.

La renta ademarista oscila de tres a cinco tantos pero no baja de ahí. Es uno de los mejores partidos que se les recuerda y la implicación es máxima.

Krivochlykov sigue en plan estelar y levanta al Palacio. En el ecuador de la segunda parte el ruso hace su gol número once para poner al Ademar siete arriba: 25-18. El CAI está semi noqueado. Ortega pide tiempo muerto para dar aire a sus hombres y ordena un cambio defensivo a 5-1. Pero Ángel Montoro lo destroza en la siguiente acción de juego.

El equipo leonés estaba lanzado. A falta de diez minutos una contra letal del extremo eslovaco Stranovsky pone una renta que parecía impensable al incio: 28-18. El choque está roto y sentenciado premiando así el trabajo de un gran Ademar.