Diez minutos para olvidar

Baloncesto León perdió (81-72) en el último cuarto un partido en el que fue casi siempre por delante en el marcador. Incluso los nervios acumulados tras un choque intenso se trasladaron al túnel de vestuarios con un incidente entre Seawright y Ortega que llegó incluso a las manos. A León el choque se le escapó en el último cuarto cuando una técnica hizo que los leoneses saliesen a pista sin Julio y Javi García, que estaban siendo los mejores hombres en el equipo de De Grado.

Los locales aprovecharon para anotar un parcial de 13-0 al inicio del último cuarto que acabó siendo definitivo. A partir de ahí a los de De Grado les tocó ir a remolque, lo que provocó demasiados errores y pérdidas de balón. Hasta 27 balones se le escaparon a los leoneses, y esa fue la segunda clave de una derrota especialmente amarga. Sin embargo, la derrota de Cáceres les permite mantener la cuarta plaza de la tabla.

El encuentro comenzó con mucho acierto por parte de dos equipos que imprimían un alto ritmo al juego y que mantenían unos altos porcentajes de anotación, sobretodo el Baloncesto León, que prácticamente convertía cada acción ofensiva en una canasta. Fruto de ello, los de Javier de Grado consiguieron abrir una pequeña brecha en el electrónico (12-18, minuto 5). Pero entonces Girona comenzó a incomodar a los leoneses desde la defensa, liderado por el entusiasmo de un Ortega que contagió el ánimo a sus compañeros en unos buenos minutos de los locales que consiguieron nivelar el partido. Además, con rápidas salidas al contragolpe los locales pudieron incluso haberse puesto por delante en el luminoso, pero fallaron dos lanzamientos sencillos al final del primer cuarto que permitieron a Baloncesto león irse con dos puntos de ventaja (22-24).

La dinámica del partido no cambió en el inicio del segundo cuarto en el que Girona sí consiguió dar la vuelta al electrónico gracias a dos triples consecutivos, uno de Rost y otro de Pino (28-26 minuto 11). Esta fue la última canasta de campo de los locales en todo el segundo cuarto. Pese a ello, los gerundenses pudieron mantenerse en el partido gracias a los lanzamientos libres y al mas que discreto papel de un baloncesto león que no supo aprovechar los momentos de bajón de su rival. León se mostraba igualmente desacertado en el ataque, con malas selecciones de tiro y errores de precipitación que impidieron que abriese brecha en el marcador, aunque al descanso se llegaba con cinco puntos de ventaja leonesa (34-39).

En el tercer cuarto la igualdad fue máxima entre dos equipos que volvieron a la intensidad en el juego de ataque, olvidándose de defender. Las alternancias en el marcador fueron constantes y tras un parcial de 21-21 los 5 puntos de ventaja a favor de los leoneses se mantuvieron.

Pero las cosas dieron un completo vuelco al inicio del último cuarto. Sin sus mejores hombres en pista, Julio y Jorge, León vio como Girona abría brecha en el electrónico con un parcial de 13-0 que ponía el 68-60 en el luminoso. Fue ya definitivo. Baloncesto León nunca dio la sensación de poder remontar el choque. Los de De Grado no veían aro, el balón parecía quemarles en las manos a los leoneses y las perdidas volvieron a ser un auténtico lastre para un equipo que vio como se le escapaba el partido de las manos. Eso sí, hasta el final intentaron reconducir la situación aunque la dinámica en la que habían entrado se lo imposibilitó.

Incluso la desventaja se fue a los siete puntos pero nuevamente la defensa de los catalanes y su mal porcentaje en los tiros le llevó a una derrota que aún así no le impide mantener su carta plaza en la tabla. Eso sí, con un triunfo de ventaja frente al Cáceres y un Tenerife en línea ascendente. Y el próximo miércoles llega al Palacio de Deportes el Obradoiro con su recuperado liderato en la clasificación.