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El líder encoge a León (52-77)
El Obradoiro recurre a la defensa para llevarse un partido al que le sobraron los últimos diez minutos
Balo ncesto León sufrió ayer los rigores de un líder Obradoiro que camina directo hacia la ACB (52-77). Los de De Grado pronto comprobaron en sus carnes como se las gasta un enemigo sin fisuras que ahoga poco a poco a todo el que se le pone por delante con un juego en el que la defensa ocupa un papel destacado. Precisamente León necesitaba de esa pócima de defensa unida a la intensidad para no perderse en la maraña gallega.
Al potencial del Blu:sens sólo se le puede responder con un juego en equipo y los locales aplicaron esa receta durante los primeros minutos. Daba lo mismo que el salto inicial no fuera suyo. Ni tampoco que la primera acción saldada con puntos recayera del bando visitante. Había que defender y León se aplicó a la faena. Sólo que en ataque las cosas no salieron como se esperaba. Aún así Seawright con seis puntos y Julio González con dos mantenían a flote la nave. El 8-15 tras cinco primeros minutos intensos mostraba dos cosas claras: que el Obradoiro estaba enchufado y que a pesar de las carencias ante el aro rival los locales aún estaban en el partido.
No obstante la herida era ya peligrosa. Porque León no era capaz de cerrar el rebote permitiendo que los dos jugadores interiores de los santiagueses camparan a sus anchas. Kendall con ocho puntos y Junyent con siete imponían sus galones. De Grado intentó que su producción fuera menor con la entrada de Fontet pero el panorama apenas cambió. Con 15-25 se cerraban los primeros diez minutos. La segunda entrega previa al descanso apenas varió. León intentaba comprimir el marcador pero los de Moncho Fernández, cómodos con la renta adquirida, imponían un ritmo que los locales intentaron dinamitar. La desventaja se iba a los 16 puntos (17-33) y el panorama se oscurecía a pasos agigantados. La guerra parecía abocada a la derrota. Pero ahí León sacó fuerzas de flaqueza. Con una defensa más intensa y mejor predisposición para el lanzamiento Julio González y Jorge García firmaban un parcial de 6-2 que situaba la contienda en 25-35 obligando además a un tiempo muerto al técnico del Blu:sens. Nguema pareció arreglarlo con el 25-38.
Tras el paso por vestuarios a los locales sólo les quedaba una bala en la recámara. La intentaron utilizar pero el aro escupía una y otra vez sus lanzamientos. Al Obradoiro, que se desenvuelve como pez en el agua con marcadores bajos, le ocurría todo lo contrario. En apenas cinco minutos la sangría había aumentado a 18 puntos (33-51). Los siguientes cinco hasta completar el tercer cuarto tampoco fueron mejores. No es que León no quisiera. Es que no podía (42-62). Los diez minutos restantes fueron ya insignificantes. Si cabe para completar las estadísticas.