Diario de León

la otra cara de... miriam marco arias

«Sin mis padres lo habría dejado»

Sufrió una lesión muy grave en el 2009. Pensó en la retirada pero venció sus miedos. Vive un momento dulce. Su pueblo, Montejos del Camino, se rindió hace pocos días a una de sus vecinas más ilustres. Una pl

Miriam, con uno de los niños que conoció en Togo.

Miriam, con uno de los niños que conoció en Togo.

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sergio c. anuncibay | león
León

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La campeona de lucha leonesa Miriam Marcos Arias destila pasión por el deporte en cada una de sus palabras y no escatima esfuerzos para poder exprimir al máximo su tiempo libre y disfrutar con lo que la reconforta, el fútbol y, sobre todo, la lucha. «Me adapto bien a cualquiera de las dos diciplinas, no tengo preferencias. Últimamente las practico por igual», comenta el máximo referente de la lucha leonesa femenina. También destaca con el balón en los pies. Ahora juega en el equipo de fútbol sala de La Virgen del Camino, el Legio Gémina, aunque antes pasó por el Ram o el Onza de Lira (Vigo), entre otros.

«Me gusta además el tenis de mesa, salir con la bicicleta y el snow», revela «Miri», que nació en 1982, en plenas Olimpiadas de Barcelona. «Yo creo que de ahí viene mi amor por el deporte», interpreta.

Quiere probar con la lucha libre olímpica y seguir prosperando en su trabajo. Es militar profesional, está destinada en León, y estudia para subir de rango. Vive un momento dulce. Hace pocos días, su pueblo, Montejos del Camino, se rindió a una de sus vecinas más ilustres. Una plaza lleva su nombre. «Nunca olvidaré el homenaje. Es algo increíble», declara Miriam Marcos, que llegó a la lucha leonesa de casualidad, por una torpeza. «Con doce añitos, recién llegada a León, estaba jugando al frontón en el colegio de San Andrés y se me escapó la pelota junto a una ventana de una habitación en la que había gente agarrándose del cinto. Estaba Jesús Oblanca y le pregunté si podía venir mañana. Hasta hoy», recuerda.

Nació en Fuensaldaña (Valladolid), pero su corazón esta teñido por el color carmesí que impregna la bandera de León. No lo esconde. «Si no lo digo me matan. Nací en Castilla pero me siento leonesa», asegura tajante. La lucha le ha reportado muy buenos momentos. 2008 fue su mejor año. Y también le ha regalado experiencias mágicas, difíciles de olvidar. Estuvo en Togo. No dio la espalda a la pobreza y miserias que asfixian al país africano. Puso su granito de arena. «Fuimos a competir en lucha de cinto. Esas personas no tenían nada, pero te lo daban todo», recuerda. Un niño de tres años, Nicola, se sentó en sus piernas cuando montó en el coche. «Quería que me lo llevara. No pude dormir», explica. Miriam, Clemente Fuertes y Héctor García decidieron organizar un corro benéfico para recaudar fondos. «Conseguimos que se hicieran dos pozos de agua y un campo de fútbol», agradece.

Pero también ha llorado. A finales de octubre del 2009 sufrió una rotura del ligamento cruzado lateral que a punto estuvo de adelantar su retirada. «Es lo peor que recuerdo de mi trayectoria», lamenta. Llegó a plantearse dejarlo, aunque derrotó a sus miedos con el apoyo de la familia y de una persona muy importante, Jesús Oblanca, su entrenador. «A él le debo todo lo que soy», reconoce. Sus padres son el otro pilar. «Cuando yo doy una caída ellos dan el último impulso».

Reclama más apoyo para las mujeres que quieren practicar este deporte, aunque admite que se han dado pasos importantes. «Hemos conseguido que la mentalidad vaya hacia delante, pero hoy por hoy es muy difícil, sobre todo desde el punto de vista económico», manifiesta. Reclama un cambio de rumbo para asegurar el futuro de la lucha. «La gente que va a ver un corro suele ser de mentalidad bastante antigua, personas mayores. Hay que incentivarla de otra manera para enganchar a la juventud. Si no León va a perder uno de sus deportes autóctonos».

Miriam mantiene su ambición intacta. «Quiero dar lo mejor de mí en estos últimos años que me quedan», subraya. La música multiplica su motivación. Le gustan las canciones con letras que abunden en los sentimientos, «a poder ser de cantantes españoles». El cine la distrae. «Dos de mis películas favoritas son Salvar al Soldado Ryan y Pearl Harbor», aclara. Es una luchadora.

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