El olivo de Biomédica

La Cultural está abocada a la desaparición si nadie lo remedia. Y éste no va a ser el asturiano Tamargo, que ayer dio la espantada tras sentirse el amo y señor de la Cultural durante dos meses y pico. La concesión de palco y subvenciones no le valen para comprar la Cultural. Claro que para adquirir cualquier bien en esta vida se necesita dinero. Y Tamargo reconoce que no lo tiene, porque asegura que su patrimonio personal puede rondar los tres millones de euros. Aunque la duda es manifiesta de que disponga de dicha suma de dinero, se le puede aplicar el beneficio de su palabra, que ya es mucho decir, pero no me creo que lo que dice que tiene lo meta en la Cultural, que tiene unos números rojos cercanos a esa cifra.

Después de prometer y prometer, a Tamargo no le cree nadie. Desde hace mucho tiempo el agente asturiano no convence a nadie, pese a que la inmensa mayoría se arrojara a sus pies como el salvador de la Cultural, un club que tiene una historia de casi noventa años. Casi un siglo que no ha sido respetado por un agente asturiano sin escrúpulos, que todavía asegura que va a comprar la Cultural. Claro, si se la regalan. A punto ha estado de conseguirlo. Después de intimidar a León con sus argucias para convertirse en San Tamargo, su insolvencia y descrédito le han hecho desistir de una operación a la que sólo le ha faltado que le pongan la alfombra, no sé si roja, azul o del color que sea, pero alfombra.

A Tamargo no le importa que una plantilla, sus entrenadores y unos trabajadores que cumplen con sus contratos sigan sin percibir ni un euro desde hace seis meses.

En lugar de bajar tanto al vestuario y dar consejos de charlatán a los que tienen el deber de dejar al equipo en la categoría en la que militan, nunca se le ha ocurrido rascarse el bolsillo para dar una limosna a los que viven sin pan en casa.

Otro timo más como el de Biomédica en su día. León se sintió en aquel momento tan engañado y ultrajado por un tal Frank Wilbourne como lo está ahora con un agente que no representa el sentir de Asturias, que se ha cansado de lanzar mensajes a los leoneses de la escasa fiabilidad de Tamargo para adquirir un club como la Cultural, de gran prestigio en el Principado.

La Cultural vuelve a ser la perjudicada como lo ha sido en su historia futbolera y ya va para noventa años, aunque nunca como en esta ocasión, en la que no hay capacidad de buscar otra solución mejor, salvo que alguien acuda en plan salvador de verdad y en un tiempo récord. Lo primero es salvar la categoría. Tamargo no ha dado nada. Por lo menos Biomédica plantó un olivo.