la otra cara de...
«Vivía en un mundo aislado»
Noemí Feliz deja el CAR de Madrid para retomar su carrera de Empresariales La nadadora berciana, una de las mejores del concierto nacional, camina ahora por un año de transición para poder terminar sus estudios y reflexionar s
Noemí Feliz (Ponferrada, 27-9-1988) vive ahora «mucho más tranquila», apartada de la élite de la natación y en Valladolid, a donde ha regresado para terminar sus estudios, tomar aire y reflexionar sobre su futuro. «Después de tantos años en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid necesitaba volver para terminar mi carrera de Empresariales», explica la nadadora berciana. No fue fácil. «Empecé mal la temporada porque tuve un problema de anemia y me pasó factura psicológica», relata Noemí, quien subraya, varias veces, lo «tranquila» que está ahora. «No voy a ir a ningúin campeonato este año», reconoce.
No es una despedida. Ella lo ve como una transición. «Ahora compito en pruebas con aletas y el próximo curso voy a ir a Reino Unido a terminar mis estudios y a intentar seguir con el deporte», matiza.
No se ha sentido presionada, pero trabajó muy duro para poder ir a las Olimpiadas de Pekín. Después sintió la necesidad de parar, de poder ser una chica normal, como el resto. «Vivía por y para la natación, en un mundo aislado. No salía ningún día», declara Noemí, que lamenta lo difícil que lo tienen las nadadoras para poder compatibilizar la alta competición con la universidad. «Es imposible, de esto no puedes vivir. La natación es de locos porque tienes que entrenar seis horas diarias, ir a clase otras cinco y además debes encontrar tiempo para estudiar», afirma. «Es un sacrificio demasiado grande», recuerda.
Ahora entrena menos pero disfruta más. No renuncia a volver a estar en la élite pero, de momento, prefiere tomárselo con calma.