balonmano. cuartos de final de la copa ehf
No hubo milagro, adiós a Europa (30-25)
La gesta de la remontada fue misión imposible. Al Reale Ademar le pesa como una losa la derrota de la ida en León por cuatro goles, cae de nuevo ante el Lemgo alemán y se despide de la Copa EHF
Fin al sueño europeo del Reale Ademar. La final de la Copa EHF era uno de los grandes retos del equipo leonés para esta temporada pero ayer el Lemgo alemán se encargó de dinamitar esa pretensión. Realmente, esta eliminatoria de cuartos de final se decidió en la ida cuando el equipo leonés cayó en el Palacio por 31-27. Una renta negativa de cuatro goles que pesó como una losa de plomo en la ida. Durante la primera mitad, noobstante, el Reale Ademar hizo un buen balonmano. Llegó a dominar al Lemgo y alimentó una remotísima esperanza. Pero fue un espejismo. Los alemanes hicieron valer su condición de actuales campeones de este torneo y sentenciaron al final por un claro 30-25.
Con un 2-3 de salida en los primeros cinco minutos y un Álamo dejando patente su buen momento de forma el Reale Ademar salió al Lipperlandhalle dejando patente que no había ido a hacer turismo a Alemania. Quería soñar con la remontada y para alimentar ese sueño era preciso una realidad de balonmano. Y a eso se aplicaron los hombres de Jordi Ribera. El partido marcha igualado y el duelo esperado en las porterías cobra protagonismo. El checo Martin Galia en la meta alemana y Álamo en la leonesa rivalizan en paradas. El objetivo del conjunto leonés era que los alemanes no rompiesen el partido y se llegase emparejados al descanso. Y entonces tal vez al Lemgo le entrase la incertidumbre. El guión trazado se cumple y pasado el ecuador de la primera mitad los leoneses mandan con un 7-8 en el marcador. A Volker Modrow no le gusta lo que está viendo y cambia a su primera línea buscando un siete con más potencia de fuego. Los alemanes pujan por romper definitivamente el envite y abren una brecha preocupante: 11-8. Suena la la alarma en el banquillo leonés y el técnico Jordi Ribera pide rápidamente un tiempo muerto para frenar la euforia germana. Al descanso se llegó con un apretado 14-13. El reto seguía teniendo el calificativo de milagro pero el Reale Ademar seguía en el partido.
En la reanudación el guión de los minutos finales del primer periodo se mantiene inalterable. Hay intercambio de goles pero el Reale Ademar no tiene tiempo ni ventaja para eso. Debe hacer algo más. Incluso puede decirse que mucho más cuando el central alemán Strobel pone el 17-14 en el marcador. Siete goles de renta para los germanos que se antojan ya prácticamente inalcanzables. En el minuto diez el 19-15 dejaba la eliminatoria con un clarísimo color del Lemgo.
Para el milagro que se buscaba era una aportación mucho mayor de todos los implicados y hay jugadores caso de los tres pivotes: Andreu, Carou y Castresana, que no aparecieron en ataque. Así, ciertamente, todo es mucho más complicado. A diez minutos para el final del partido el Lemgo incluso amplía su renta con un 24-20. El choque esta ba sentenciado y los alemanes ponían fin al sueño leonés de disputar la final de la Copa EHF de balonmano. Ahora toca pensar en la Copa del Rey del jueves.