La burbuja del mundial

Ponferrada escuchaba de boca del presidente de la Unión Ciclista Internacional la palabra que menos esperaba: Florencia era la elegida para albergar el Mundial del 2013. A pesar de ser la candidatura más cuidada y la que mejor opinión había originado en los estamentos ciclistas al final Italia era la que se llevaba el gato al agua. Pero ese revés no desanimó a la capital berciana que con más ímpetu decidía apostar por el 2014.

Ayer su esfuerzo obtenía recompensa. La UCI había determinado que la candidatura de Ponferrada y sólo ella, era la idónea para convertirse en la sede mundial del ciclismo en septiembre del 2014. Por vez primera el máximo organismo apostaba por una ciudad. Y así lo hacía saber ayer mediante un comunicado en el que expresaba su convencimiento de que sólo la localidad berciana podría hacer factible una competición al más alto nivel. No podía ser de otra manera. La trayectoria ciclista de Ponferrada organizando pruebas como la Vuelta a España, la Vuelta a Castilla y León y la ronda provincial jugaron a su favor. Lo mismo que un exhaustivo proyecto defendido de manera eficaz por la UTE designada por el Ayuntamiento «Mundial Global Events».

Desde septiembre del pasado año varias reuniones al más alto nivel, nuevas explicaciones pormenorizadas sobre las excelencias de Ponferrada y la apuesta por un concepto de evento en el que la naturaleza ocupa un papel destacado trajeron consigo que la capital berciana tomara la delantera de manera clara al resto de rivales, todas ellas descartadas. Quizás el mes de diciembre fue el más crítico para su futuro con la entrada en escena de Rusia. Pero de nada valió. Ponferrada era a todas luces la más consistente. De ahí, casi tres meses de silencio hasta que la UCI sacaba ayer de dudas a todos. El Mundial ya tenía sede. Y esta era la capital berciana que precisamente recibía también otro premio, la concesión para el 2015 del Mundial de paraciclismo. Dos hitos únicos.

Sin duda alguna una de las claves para que Ponferrada sacara la delantera al resto de rivales fue su proyecto denominado «Burbuja», un espacio de forma ovalada en el que se concentran en un radio de 300-400 metros todos los centros neurálgicos de los Campeonatos del Mundo: sala de prensa, hotel oficial, oficina permanente, sala de conferencias de prensa, sala de reuniones de directores y delegaciones, espacio para el control antidopaje, zona de meta, diferentes tribunas, espacios vip, aparcamientos para todas las «familias» ciclistas, cuartel de la Guardia Civil y proximidad de las comisarías de Policía Nacional y Policía Local así como espacios comerciales, nuevo Parque de Bomberos en la zona de salida-meta, servicios de emergencia o auditorio.

En suma algo más de 300.000 metros disponibles para emplazar a criterio técnico y de la UCI las diversas estructuras necesarias que convierten a la candidatura berciana en la idónea para albergar el mejor mundial de ciclismo de la historia.