«No llegaré a los Juegos de Londres»

Luce gesto de bonachón, el mismo qu e le ha acompañado durante dos décadas al más alto nivel. Lo ha conseguido casi todo y en su mente ya planea la retirada. Dos meses. Ese es el plazo que se ha dado para poner fecha a su adiós. No quiere marcharse arrastrándose. «Siempre he sido competitivo y si no me veo para optar a los primeros puestos es mejor dejarlo». En su decisión no pesará la nostalgia y menos los Juegos de Londres que ya están a la vuelta de la esquina. Manolo Martínez lo tiene claro. «Me gustaría despedirme en mis quintos Juegos pero va a ser casi imposible. Las lesiones, enfermedades y en suma, las sensaciones, no son las mejores. Tampoco una edad, los 36 años, en la que llega el momento de evaluar los sacrificios y las recompensas y ves que los primeros ocupan un lugar mucho más importante».

Eso sí, el mejor lanzador de peso que ha dado España no se irá con nostalgia. «Dejo atrás muchas cosas buenas, en especial tres momentos que nunca olvidaré: mi debut internacional en el Mundial júnior de Seúl, los Juegos de Atenas donde acabé cuarto aunque bien pude lograr el triunfo y en especial el Mundial en pista cubierta de Birmingham, mi mejor resultado a nivel internacional». Sobre las decepciones, Manolo Martínez, a diferencia de otros que prefieren pasar página «no las he arrinconado en un cajón porque de todo se aprende. Más que las lesiones han sido los fracasos en algunas pruebas. Quizás la mayor se produjo en el Europeo de Berlín cuando un resbalón en el último lanzamiento me privó de una victoria que ya acariciaba». Sincero y directo considera que es el «menos adecuado» para hablar de un antes y después de Manolo Martínez. «Sería pretencioso decir que este país se va a quedar huérfano de lanzadores de alto nivel si me voy. Por suerte hay gente que viene por detrás y puede coger mi relevo. Fíjate si han cambiado las cosas que cuando empecé, con 15,50 fui el primer atleta absoluto en llegar a esa distancia en España. Ahora mismo con esa marca ni entraría entre los 40 mejores».

Eso sí, el plusmarquista nacional de lanzamiento lo tiene claro. Su futuro lo marcará él y solo él. «Cuando deje la competición quiero seguir relacionado con el atletismo, más en una faceta de formación aunque sé que no voy a vivir de ello. En este país salvo cuatro personas que se dedican a entrenar el resto tienen que buscarle las habichuelas compaginándolo con otras facetas. El mundo del arte y la cultura es algo que siempre me ha atraído. Y también el cine donde ya cuento con cierta experiencia. Eso sí, especialmente en este caso es algo que no depende de mí». Manolo Martínez no obvia tampoco su paso por la política. «Adquirí un riesgo cuando decidí aceptar la proposición de Mario Amilivia. No es que me arrepienta pero llegó en un momento en el que estaba en mi mejor estadio deportivo y en cierta medida me afectó de manera negativa». No descarta volver, «aunque sería para trabajar por y para el atletismo».

Esa dedicación a un deporte que el leonés reconoce no atraviesa sus mejores momentos, le llevó en su momento a reivindicar unas instalaciones para su tierra. «Por suerte al final se ha podido hacer el Ceard. Ha sido uno de mis mayores éxitos». Por desgracia sólo podrá aprovecharlo en sus últimos años. «No sé lo que hubiera pasado en cuanto a mis resultados si en su momento dispongo de una instalación así hace unos años. Tampoco lo pienso. Lo importante es que exista y ahí está».

Como capitán de la selección española de atletismo y por tanto una de las voces más cualificadas, tampoco rehuye hablar de las últimas polémicas que han salpicado este deporte. Una de ellas las declaraciones de su amigo Sergio Sánchez contra el CSD y la Federación. «Como amigo de Sergio no voy a opinar porque creo que la mayoría de sus críticas tienen un marcado acento personal. Y ahí no voy a entrar. Quizás lo que se le pueda reprochar son las formas. Si hablo públicamente como capitán considero que sus apreciaciones sobre el dopaje ya las expresamos muchos atletas en su día a través de un comunicado. No obstante, espero hablar pronto con él. Le he llamado pero por ahora me ha sido imposible intercambiar opiniones ».