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la otra cara de... CELSA GARCÍA

«No lo tuve fácil. Era la única que jugaba al fútbol»

Superó muchos prejuicios para llegar a triunfar en el deporte de élite Fue la primera leonesa que llegó a jugar con la selección española de fútbol. Sin el apoyo de su familia habría cejado en el empeño de llegar

La leonesa Celsa García, con el uniforme de la selección española.

Publicado por
sergio c. anuncibay | león
León

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Celsa García exhibe el privilegio de disfrutar con la «pasión» de su vida, el fútbol, primero en los terrenos de juego y ahora en el banquillo del León FF. «Ser entrenadora es muchísimo más difícil porque tengo la responsabilidad de un vestuario a mi cargo», explica la primera futbolista leonesa que vistió la camiseta de la selección española. «Fue increíble. Cuando llegué a la selección todo cambió. Los entrenamientos eran durísimos», recuerda, pese a que no es capaz de esbozar con palabras tal atropello de sensaciones. «Intento muchas veces explicárselo a mis jugadoras pero no puedo. Es algo tan grande que cuesta mucho expresarlo», asume.

Una lesión de rodilla, la temida triada, la apartó del deporte de élite de manera prematura. Tenía 37 años pero aún sentía el fútbol en sus piernas. Fue el momento más duro. «Nunca antes había tenido una lesión importante. Me quitó de hacer lo que siempre ha sido mi vida», reconoce. Lo pasó mal, aunque rápido encontró el mejor antídoto. Hizo el curso de entrenadora y comenzó a preparar a las chicas del equipo B del León Fútbol Femenino. Después, con el título convalidado, asumió la dirección técnica del primer equipo. «Poco a poco me voy haciendo a la idea de que ya no puedo competir en el terreno de juego. Ahora intento aplicar todos los conocimientos que aprendí durante mi etapa como futbolista», asegura.

Celsa García ha dejado el camino expedito para la legión de mujeres que no entienden de prejuicios. «Hoy es mucho más fácil. Cuando yo empecé sólo había dos equipos en León, ahora hay cuatro. Si se sigue fomentando esto habrá muchos más», subraya.

Ella tuvo que derribar muchos muros para conseguir sus objetivos. Pudo transitar por una trayectoria deportiva impecable gracias a un tesón inusitado. «Las barreras que existían antes han desaparecido», subraya Celsa García, quien advierte un punto de inflexión en el triunfo de España en el último mundial de Sudáfrica. «Desde esa victoria muchísimas mujeres quieren participar del fútbol», explica. Celsa también tiene parte de culpa. Fue precursora en un mundo de hombres. Un balón acompaña sus recuerdos. «Creo que ya le daba patadas a mi madre en su barriguita. Tengo fotografías de cuando tenía tres años y ya estaba con una pelota», menciona. No tuvo ficha como federada hasta los 20. «El Puente Castro se había fundado hacía sólo tres años», justifica. En La Vecilla era la única mujer que jugaba con los chicos al fútbol hasta que pudo convencer a alguna de sus amigas para que también practicara este deporte. «Allí rompí mi primera barrera. Siempre tuve el apoyo de mi familia pero para mí fue difícil porque estaba en un pueblo», reconoce.

Uno de sus mejores momentos lo vivió el día de su cumpleaños. Disputaba un partido en León y sus padres no dudaron en ir a verla. «Fue algo que guardaré siempre en mi memoria», celebra.

Ahora asume el reto de igualar en los banquillos lo que logró en el terreno de juego. Sabe que no será fácil pero no cejará en el empeño. «Empezamos bien la temporada, pero nosotros nos abastecemos de jugadoras de la Universidad y muchas han estado de Erasmus o con exámenes. Además no tuvimos suerte con las lesiones», lamenta. A pesar de ello -"continúa-" «hemos conseguido salvar la categoría». El próximo año llega una reestructuración que debe servir para «trabajar más la base y conseguir que todas las jugadoras empiecen desde abajo». No descarta ver a alguna mujer en los banquillos de algún equipo de Primera División. «Claro que puede pasar, aunque habrá que esperar mucho tiempo», concluye.