El Ayuntamiento buscará nuevas vías de negociación
Aunque el tiempo se agota y la liquidación de la Cultural parece la única opción viable después de la espantada de Tamargo, el Ayuntamiento buscará en los próximos días un posible comprador para evitar la desaparición del club. «Seguiremos trabajando hasta el final para intentar encontrar a alguien, aunque cada vez soy menos optimista», explicó el vicealcalde, Javier Chamorro, quien reconoce que no hay ninguna opción con visos de plasmarse en un contrato.
El leonesista confirmó que existen otros inversores interesados en adquirir la mayoría accionarial de la entidad deportiva, pero, explicó, «exigen la explotación de la barriga del estadio y eso es imposible porque existe una concesión». Las alternativas están difusas. «Los empresarios interesados plantean condicionantes que no podemos aceptar, por lo que noy hay ninguna opción seria», declaró.
El vicealcalde también advierte que los actuales gestores de la sociedad pretenden liquidarla para evitar males mayores y, por tanto, «tenemos pocos días para abrir alguna otra vía de negociación». Además, el concurso de acreedores está incumplido en su primer plazo, los futbolistas llevan más de seis meses sin cobrar y las arcas del club necesitan de al menos 800.000 euros para terminar la temporada. Las subvenciones no llegan porque no se está al corriente de pago con Hacienda y la Seguridad Social. El equipo está a sólo un punto de los puestos que marcan el descenso. Parece que todo está en contra. Si la liquidación se dilata hasta final de temporada serán los futbolistas los que marquen el último plazo de la agonía. La plantilla denunciará a la sociedad el 30 de mayo por no percibir las nóminas. El club tiene hasta el 30 de junio para hacer frente a la deuda y evitar el descenso directo de dos categorías.
Existe una tercera vía, aunque parece poco factible a juzgar por los hechos. La salvación sólo es posible si aparece de manera inminente un comprador que ponga sobre la mesa casi un millón de euros para pagar a los futbolistas y afrontar la deuda con la Tesorería. Debe asumir además el convenio de acredores durante los próximos cinco años. El coste de la operación ronda los tres millones de euros. El reto no parece fácil pero aún queda tiempo.