fútbol. 87 años de historia al borde de la desaparición
Tamargo planta a la Cultural
El representante asturiano anuncia a través de un comunicado y dos meses después de su primera comparecencia que no comprará la entidad porque el club no tiene capacidad para generar ingres
José Luis Tamargo deja en la estacada a la Cultural, al borde de un precipio que marca la desaparición del club de fútbol más antiguo de Castilla y León, con 87 años de historia sobre sus espaldas. El agente asturiano de futbolistas anunció ayer, a través de un comunicado, que no comprará la entidad. «Después de haber estudiado en profundidad y con detenimiento el proyecto deportivo y económico he decidido, finalmente, no aceptar la oferta de compra de acciones que me han propuesto los actuales propietarios del club», explica.
El ex representante de David Villa considera que la «actual complejidad jurídico-económica del club» no le permite asumir el coste de la sociedad anómima. «A día de hoy la Cultural se encuentra en situación de liquidación por incumplimiento del convenio de acreedores y con la obligación futura de hacer frente a un pasivo concursal, en los próximos cinco años, de dos millones de euros», justifica Tamargo, pese a que esta circunstancia ya la conocía cuando paseo sus intenciones por el palco del Reino de León y prometió a los jugadores que iban a cobrar sus nóminas.
El agente de futbolistas también aduce que «para poder tener acceso a las subvenciones y ayudas de las instituciones públicas» debe avalar con sus propios bienes la deuda con hacienda y la seguridad social. Este hecho, afirma, le impide asumir el control de la entidad, al igual que el pasivo generado tras la declaración del concurso de acreedores. «La continuidad del proyecto deportivo también exige satisfacer de modo inmediato las deudas generadas y que se estiman en 820.000 euros a 30 de junio del presente año», manifiesta. Ambas circunstancias no son nuevas y Tamargo las conoce desde el momento en que expresó su interés por la Cultural, hace ya dos meses.
El representante asturiano, en su extensa lista de justificaciones, expresa que, además, «el futuro de la entidad depende de poder mantener un presupuesto anual de 1,2 millones de euros para garantizar un proyecto que lleve al equipo a jugar en segunda división», declara.
Tamargo considera que la sociedad «no tiene la capacidad de generar los ingresos mínimos necesarios, es decir, ocho millones de euros en cinco años para afrontar los gastos antes expuestos» y, por tanto, reitera su decisión de «no aceptar la oferta de compra que se me ha hecho».
También ha influido en su renuncia la «delicada situación deportiva de la institución. En la categoría actual el proyecto es de muy dudosa viabilidad, pero en una categoría inferior resultaría imposible hacer frente a las exigencias económicas antes descritas», matizó ayer José Luis Tamargo, sólo dos semanas después de asegurar que su propuesta de adquirir el club estaba intacta pese a que el equipo convivía con las posiciones de descenso.
El agente de futbolistas asegura que ha intentado «hasta el último momento, incluso de forma irracional, encontrar la manera de ver la viabilidad del proyecto pero la terquedad de los números -"explica-" me ha hecho decaer en mi intento de asumir este reto». No obstante, desea a los actuales gestores del club que «puedan encontrar una solución a su futuro».
Deja un escenario desalentador. Tamargo ha consumido los dos últimos meses. No hay más opciones. El tiempo se agota.