Trampas blancas

La Cultural transita por un camino lleno de trampas. No es que sea algo nuevo en la longeva vida del club emblemático del deporte leonés. Muchas han sido y son las historias vividas por un equipo de futbolistas que llevan el nombre de León por los rincones de la geografía española, aunque desde hace tiempo por la parte norte, desde que milita en el pozo de la Segunda División B. Pese a jugar en la categoría de bronce del fútbol nacional, la Cultural es santo y seña de León, de sus gentes, de los que no les quedó más remedio que emigrar de su tierra para vivir. La Cultural es un símbolo de León como lo es la Catedral. Y no es exagerado tal afirmación.

Lo vivido ayer en el estadio culturalista indica que la Cultural debe seguir con una historia llena de fútbol por los cuatro costados. Cuando peor se ha puesto la supervivencia, por aquello de los telares económicos a que han llevado unos dirigentes que no quieren hacerse cargo de una gestión nefasta, León se vuelca con su equipo de fútbol. Llora y se alegra con sus decepciones y hombradas. Como ocurrió ayer frente al Real Oviedo, otro histórico venido a menos en lo deportivo pero no en la masa que acompaña a su extensa historia.

Los seguidores de la Cultural demuestran domingo tras domingo que pese a los bandazos que da el club en los despachos, aman y quieren a la Cultural de sus amores. Ojos alegres. Llenos de chispa a la salida del estadio. Gentes de León, con sus penas y deberes cotidianos, se marcharon para sus casas orgullosos de unos futbolistas, que pese a no cobrar en medio año, dieron la cara y mucho más por salvar un club de fútbol, buque insignia de los que habitantes de esta tierra. Jugadores que en muchos casos no son de León, pero en su corta estancia han asimilado como nadie lo que significa la Cultural para esta ciudad. Lo ofrecido ayer por un grupo de jóvenes deportistas debe ser visto por los que gobiernan León, que sí lo presenciaron con sus retinas.

Una ciudad que durmió feliz y satisfecha porque su equipo de fútbol dio un paso importante y decisivo hacia la salvación deportiva. Las gentes de León arrimaron el hombro para que sus héroes, que no cobran sus salarios desde hace mucho tiempo por la incapacidad e incompetencia de unos dirigentes sin escrúpulos, sepan que no están solo en su lucha por salvar a la Cultural de una desaparición que afectará a la historia de esta ciudad y a algo más. La Cultural es algo más que un club de fútbol. Y algunos todavía no lo saben.