Ventoso domina en el riesgo
El esprínter del Movistar impone su punta de velocidad en la meta de Salamanca y repite triunfo en la ronda autonómica tras una jornada suavizada por la falta de viento
Ventoso celebra su segundo triunfo en la Vuelta tras superar al sprint a Ribeiro, Downing y Galdós.
Palencia fue la primera muesca en su fusil. Ayer Salamanca se convirtió en la segunda. Fran Ventoso es el dueño de las llegadas cuando el pelotón impone su lógica, la misma que en las dos primeras entregas de la Vuelta a Castilla y León abortó sendas escapadas kilométricas y que sitúa al ciclistas del Movistar como líder de la clasificación. Eso hasta que hoy, la etapa reina realce el papel de los escaladores. De Contador, Igor Antón, Lastras, Coppel y Sastre.
La segunda jornada de la ronda autonómica se esperaba con mayores dosis de intensidad y nervios. El riesgo del viento estaba latente. Sólo hasta que los ciclistas traspasaban la línea de salida. Porque ese condicionante no apareció lo más mínimo en una etapa en la que nuevamente los intentos de fuga se plasmaron rápidamente. Ya en el kilómetro inicial tres aventureros de la gloria intentaron escaparse del control que ejercía el pelotón. Javier Ramírez (Andalucía Caja Granada) y Rubén Martínez (Caja Rural), protagonistas en la primera jornada con otra fuga, y Tom Slagter (Rabobank) apenas dispusieron de dos kilómetros para plantar cara al grupo. Pronto fueron neutralizados.
Tres kilómetros más tarde lo intentaron Jo sé Luis Roldán (Andalucía), Fabricio Ferrari (Caja Rural), Guillaume Lavarlet (Saur Sojaun), Jacques Janse (Burgos 2016) y Mauricio Ortega (EPM). Su máxima renta fue de 15 segundos y el desenlace esperado, la neutralización. Y a la tercera fue la vencida. Daniel Sesma (Euskaltel), Javier Ramírez (Andalucía), Víctor de la Parte (Caja Rural), Beñat Urain (Orbea) y Rubén Jiménez (Burgos 2016) se fajaron con acierto del pelotón en el kilómetro 10 llegando a acumular una renta de casi seis minutos en el kilómetro 38. Fue su tope porque a partir de ahí el pelotón comandado por el Saxo Bank de Contador se puso manos a la obra. Su ritmo no fue vertiginoso pero sí suficiente para ir reducir distancias. La ayuda del Euakaltel y el Movistar sirvió para que a diez kilómetros de meta la aventura de los fugados llegara a su fin. El esprint estaba servido y ahí Ventoso volvió a llevarse el mayor botín.