fútbol. tercera división
Lluvia, poco juego e imprecisiones (0-1)
El Huracán Z se autoderrota con un gol en propia puerta frente a una Arandina que no fue mejor y que no justifica sus aspiraciones de disputar el ascenso
El Huracán Z lo hizo todo ayer. Maniató a su rival con una fuerte presión en el centro del campo, puso el fútbol que se vio con cuentagotas y terminó marcando el gol de la victoria... rival (0-1) con el que la Arandina se llevó, no sólo los tres puntos, sino que prácticamente la cuarta plaza del grupo, y con ella, la última que da opción a luchar por el ascenso en la segunda fase de la competición.
Sin embargo, la Arandina fue el equipo que gozó de las mejores ocasiones de gol. Así, en el minuto 30, Ayrton controla un balón tras superar en velocidad a la defensa trepalense y se planta sólo ante Manu, al que supera con un remate raso y cruzado, pero el esférico se estrella en el poste derecho de la portería local. En el minuto 41 el Gallego el que lo intenta desde el interior del área, pero su remate, con todo a su favor, es desviado de nuevo por el meta local Manu. En el minuto 45 es Vila el que goza de la única ocasión huracanista, pero su ingenuo remate tras un centro de Dani desde la banda derecha muere plácidamente en las manos de Alex. Con el empate sin goles inicial se llega al descanso.
La reanudación iba a ofrecer más de lo mismo. Sin embargo, un centro de De Miguel desde la banda derecha al interior del área trepalense es desviado al fondo de las mallas locales por medio de Carlos Manuel cuando intentaba el despeje. Era el 0-1 cuando se cumplía el minuto 51.
En el minuto 66 llegó la mejor y más clara ocasión del Huracán Z, pero el remate de Álvaro se estrella en el poste, llegando el balón a Dani, que con todo a su favor, hace lo más difícil y remata fuera.
En los siguientes minutos el juego se vuelve embarullado, comenzando los visitantes a realizar todo tipo de marrullerías para romper el poco ritmo que tenía el partido y arañar minutos al reloj, produciéndose la expulsión de Conde en la que Zamora debió acompañar al leonés a los vestuarios, pero sólo fue amonestado, disponiendo Dela, tras un error de Pallide, de la ocasión para sentenciar el encuentro, pero Manu volvió a abortar la misma.