A callar

Que sí, que sí, que el caso es que Pep ha empezado a meterse con la hierba del Bernabéu. Con el árbitro también, pero a mí, lo que me ha dejado estética han sido sus comentarios sobre el césped. Que es como el duque de Alba frente a las costas británicas, Guardiola, digo. La única diferencia es que aquí parece que el mayor problema de esta armada (in)vencible no serán los acantilados ingleses sino el green de la Castellana, alimento para las vacas, para entendernos. Y, claro, que todo nos lleva a pensar que el 3-6 del otro día frente al Valencia les ha metido el miedo en el cuerpo a los españolitos del Barça, y que mucho mucho con que los azulgrana harán un partido medio, que sí, que el Madrid juega al patadón, que han puesto a la defensa a despejar balones y que Mou ha convertido a Cristiano y Adebayor en simples Filípides para que el esférico pase por el centro y Xabi Alonso ni lo huela. Pero el caso es que Pep ha pasado al contraataque verbal, quitándole el puesto a Mouriño y adoptando unas formas que presagian la derrota. Además, el portugués ha conseguido encontrar la fórmula para mejorar el centro del campo; la inclusión de Pepe en el medio de la pista evita que los polacos puedan crear juego... y que crezca la hierba... Recomiendo a Pep Guardiola que haga suyas las palabras del rey: «En lo que Dios hace no hay que perder ni ganar reputación, sino no hablar de ello». Pues, eso, a callar.