Ganan ellos

Sí, en kundalini yoga dicen que la mejor cromoterapia se logra con el blanco. Porque en el blanco, más allá de sus connotaciones de pureza, se superponen todos los colores. Así que los de Mou juegan con la ventaja de que si pierden en el Camp Nou no tendrán que comprarse una camiseta para sanarse del tremendo enfado.

El azul y el grana están entre los primarios, pero tienen cualidades imprescindibles para ganar: la energía, la suma de esfuerzos, la templanza... A mí, que huyo de los forofos como gato escaldado de agua fría, me convence el estilo de Guardiola porque confía el trabajo a un equipo entero. Digamos que me interesan más las empresas cooperativas.

Mourinho fía demasiada suerte a una gran estrella, Cristiano Ronaldo que por mucho que brille, es de carne y hueso. Y, de siempre, es de humanos errar. Ronaldo se lo puede permitir, aunque le duela.

La estadística juega a favor del Barcelona; en siete ocasiones se ha enfrentado el Bar ça a una competición europea con 0-2 con que hoy llega a la semifinal. Y siete veces ha ganado.

Dicen los entendidos , que en esto del fútbol hay mucha testosterona suelta y sin encauzar debidamente, que la mejor defensa en un buen ataque. Y en ésto el atrevido es el equipo catalán. Casi la mitad de la selección española que ganó el Mundial, ya sabes. No voy a meterme en jardines políticos con una pelota. Ni con dos.

Hay algo que no me gusta nada del fútbol. El papel que ofrece a las mujeres. Tenemos periodistas, novias, aficionadas... Y futbolistas desconocidas. El fútbol es una empresa eminentemente machista, patriarcal por decirlo más suave. Once contra once. Siempre hombres. El fútbol femenino ni brilla, ni vende, ni interesa.

Lo cierto, compañera Ana, es que gane quien gane ni tú ni yo tenemos billete para ir a Londres para ver la final de la Champions y de paso darnos una vuelta por Candem Town. Ellos ganan. El resto somos coristas de un espectáculo mediático supermillonario, sufridores y sufridoras de los mismos tacos, en castellano o en catalán.

Mientras esta noche se desate la pasión por el país, en cualquier lugar del planeta habrá noticias que sólo cubrirán periodistas de la talla de Gervasio Sánchez. Cuando Iniesta marcó el gol del mundial él estaba en Guatemala fotografiando un funeral colectivo de personas desaparecidas exhumadas.