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ATLETISMO. LA DESPEDIDA DE MANUEL MARTÍNEZ

«Esta es una pequeña muerte para mí pero nace otra vida ilusionante»

Manuel Martínez estuvo arropado por el presidente de la Federación Española, José María Odriozola.

León

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«Este día representa una pequeña muerte para mí, pero también el nacimiento de una nueva vida que da vertigo peroque resulta muy ilusionante». Con estas palabras Manuel Martínez resumía sus sensaciones en el día que de manera oficial escenificaba su retirada de la competición, una despedida que para el plusmarquista nacional de lanzamiento de peso «no es un adiós, sino un hasta luego, porque seguiré ligado al atletismo, el deporte que me ha dado tanto y con el que me he formado como persona. Eso sí, en otra faceta».

Arropado por el presidente de la Federación Española, José María Odriozola y por su entrenador de toda la vida Carlos Burón, Manuel Martínez empezaba su alocución con la ayuda de una pequeña «chuleta». Serio, guardándose para sí los nervios propios del que está viviendo un momento muy especial, Manolo, el gran capitán del atletismo español no quiso olvidarse de todos los que durante sus 23 años en el atletismo de alto nivel han sido su apoyo. «Los primeros a los que debo agradecer todo lo que he conseguido es a mi familia, luego a mi entrenador, culpable del 50 por ciento de este zurrón de buenos momentos que me ha proporcionado el atletismo y tampoco debo olvidarme de la Federación Española, mi principal soporte». Sus compañeros de entrenamiento y patrocinadores también estuvieron en la mente del mejor lanzador español de todos los tiempos.

Acto seguido llegaba el momento para desgranar las causas de su decisión, meditada como él precisaba y que tuvo su momento determinante al día siguiente de competir en el Europeo de París. «Razones para mi retirada existen muchas. Y también ninguna. Estoy seguro de que podía competir a nivel nacional y con buenos resultados durante diez años más. Pero no es lo que quiero. Porque mi referencia ha sido siempre el ámbito internacional y no me veo ahora estando con los mejores. Creo que con mucho esfuerzo podría acercarme a los 20 metros pero considero que no es suficiente».

«Llega un momento en la vida en la que tienes que tomar decisiones como esta. Y debes ser justo contigo y con los demás. Llevo dos años muy duros en los que la lesión en el tendón de Aquiles y la pérdida de un factor determinante para un lanzador como es la velocidad afectaron a mi motivación y entrenamientos. Pequeñas lesiones y resfriados... Todo eso desencadenó que en mi mente la palabra retirada apareciera con fuerza en una balanza que al final acabó por decantar el mal resultado en el Europeo».

Para Manuel Martínez, esta decisión no supone dar carpetazo al atletismo de manera absoluta. «Dejo atrás mi etapa como atleta, pero seguiré ligado a este deporte como entrenador. Eso sí, hasta septiembre voy a poner en orden mis ideas y cerrar temas pendientes en mi vida. Tengo planes de futuro y en ellos entra aceptar el ofrecimiento de la Federación de convertirme en el entrenador ayudante de Carlos Burón».

En su mente también están otros escenarios, «porque en el atletismo la faceta de entrenador está todavía en una fase de amateur en cuanto a sueldos. Por eso tendré que compatibilizarla con otras. Y ahí entra la cultura, el arte y la agricultura. De la primera no descarto seguir trabajando en películas. Las dos experiencias que he vivido han sido gratificantes y es un mundo donde me encuentro muy a gusto. Respecto al arte quiero intentar dedicarme a la escultura. Hasta ahora había sido un juego para mí y deseo probar a nivel profesional. Con la agricultura, mi pasión por la naturaleza y el campo pueden ayudarme a desenvolverme con ciertas garantías». En la hora del adiós «Supermanolo» también hizo balance de los momentos buenos y los malos. «De los negativos prefiero no acordarme. Eso sí, no borraría nada de lo que he vivido porque de todo se aprende. De los buenos me quedo con mi familia por encima de todo, con mi entorno familiar que sin duda ha representado el mejor activo para que durante tanto tiempo haya podido estar entre los mejores».

Esa mirada retrospectiva también abarca los progresos que ha tenido el lanzamiento de peso desde su llegada. «Cuando empecé en esto se vivía una situación de amateur. Hoy en día se ha profesionalizado mucho aunque veo que nos estamos acercando a un periodo de vacas flacas por determinados factores. Uno de ellos es el cambio generacional». A ese respecto Manuel Martínez no quiere hablar de sucesores. «Lo de relevo en el atletismo no existe. No hay reinado alguno ni yo me he considerado el monarca español de esta disciplina. Eso sí, cuando empecé el récord nacional estaba en 18,40 y hoy en día está por encima de los 21 metros. Además, en aquella época superar los 19 metros era casi impensable y hoy, además de mí, existen otros seis o siete atletas en España que pueden presumir de alcanzar esa marca».

Sus últimas palabras fueron también para los periodistas «gracias a los que en mí fue naciendo esa afición por el deporte, los que han transmitido las gestas de este deportes y en particular las mías. Como diría Ben Parker, el creador de Supermán: un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Y espero que todos sepamos asumirla».

En un momento tan importante, calificado por el propio atleta como «agridulce», no podía faltar el entrenador que durante todos estos años ha estado a su lado, con el que ha vivido tantos momentos intensos y de éxito, Carlos Burón. El responsable nacional de lanzamiento de peso, emocionado, hacía memoria. «Comenzamos nuestra relación en el año 80 y han pasado ya 23 años en los que los méritos deportivos que hemos conseguido de la mano han sido muy amplios. Manolo, por encima de un gran campeón que nadie lo duda, ha sido una persona honesta, un buen atleta y un campeón. Tanto él como yo hemos crecido y aprendido juntos. El pasado y el presente te valoran bien pero en el futuro lo harán mejor. Te vamos a echar en falta. Has llegado a tu final deportivo con la misma tranquilidad y naturalidad como empezaste y eso te honra». Burón finalizó su alocución con un «Gracias Manolo, ha merecido la pena».

El director general de Deportes de la Junta, Miguel Ignacio González y el diputado de Deportes, José María López Benito también estuvieron al lado del gran campeón. Para el segundo, «León debe sentirse orgulloso de contar con un campeón como tú. Nuestro Goliat leonés».