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El desenlace más amargo (75-73)

León cede en los últimos segundos frente al Breogán víctima de sus errores desde la línea de personal

Juanjo Bernabé intenta una entrada ante la canasta del Breogán con la oposición de Betinho.

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A. ORTIZ | Lugo
León

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A falta de diez segundos para el final todo parecía indicar que Baloncesto León iba a recuperar el factor cancha ayer en Lugo. Pero nada más lejos de la realidad. Diez segundos demenciales acabaron con las aspiraciones leonesas de ganar el tercer partido de la serie de cuartos de final, dejando al equipo de Javier de Grado muy tocado anímicamente por un desenlace incomprensible. Los errores desde el tiro libre lastraron a los visitantes a lo largo de todo el partido, pero en el momento decisivo ni Manny Quezada ni Juanjo Bernabé tampoco estuvieron acertados desde la línea de personal. Un triple de Forcada y una falta incomprensible sobre Arteaga permitieron a los de Pepe Rodríguez ponerse en ventaja en la eliminatoria (75-73). Ahora sólo queda reaccionar en el partido de mañana para tratar que la serie vuelva a León.

El duelo arrancó muy intenso, con defensas fuertes por parte de ambos contendientes que secaron los primeros ataques. Así las cosas, el primero en inaugurar el luminoso fue James Feldeine que, desde más allá del arco de 6,75, aprovechó un desajuste defensivo de Baloncesto León para establecer el 3-0. Sin embargo, los pupilos de Javier de Grado, a base de velocidad, lograron neutralizar la contienda con triple de Bernabé (5-5), y encadenaron un parcial de 4-10 para obligar a José Luis Rodríguez a solicitar tiempo muerto (9-15). Reaccionó el cuadro breoganista de la mano del dominicano Feldeine para emparejar de nuevo los guarismos (16-16). León había visto cómo su progresión ofensiva se estancaba, aún más cuando Seawright entró en la rotación para dar el relevo a Fontet. De este modo, Breogán se adjudicó el primer periodo tras cometer el propio Fontet una pueril falta personal en el último segundo (22-20).

Las igualdad se mantuvo en el segundo cuarto, sin despegarse ninguno de los dos equipos en el tanteador. Y es que la anarquía se había apoderado de la contienda. Ni Xavi Vallmajó ni Juanjo Bernabé lograban imponer el ritmo desde la posición de base, tornándose el duelo en un correcalles, sin cordura ni acierto en ningún conjunto. Javi Múgica ponía de nuevo a León por delante (31-32), en la primera acción del maragato en cancha. En el tramo final León dominó con pequeñas diferencias, con un Seawright que se recuperaba de su irregular actuación en el segundo partido y firmaba veinte puntos de valoración al descanso, con nueve puntos y nueve rebotes. Los errores en los tiros libres impidieron que la ventaja leonesa fuera mayor a la conclusión de los primeros veinte minutos (35-36). Las perspectivas, no obstante, eran esperanzadoras para los de Javier de Grado de cara a la segunda parte, puesto que Arteaga se marchaba a vestuarios cargado con tres faltas, mientras que Betinho llegaba al descanso arrastrando molestias físicas.

Tras los minutos de descanso, Baloncesto León salió enchufadísimo a cancha, anotando hasta dos triples consecutivos que abrieron brecha en el tanteador (39-44). Sólo Brown en los lucenses lograba contrarrestar el acierto desde el perímetro del cuadro de De Grado, dispuesto a recuperar el factor cancha perdido el pasado domingo (51-52). De Grado volvía a pedir tiempo muerto para arengar a los suyos, y éstos respondieron con un parcial de 0-6 con mate de Fontet y sendos canastones de Julio González y Quezada. Con 51-58 se llegaba a la conclusión del tercer acto, y con la agridulce sensación de que la ventaja podría haber sido mayor de haber tenido algo de acierto desde la línea de personal. El partido se encaminaba hacia un desenlace de taquicardia, vistos los primeros compases del último periodo. Leche Río se metía en liza con el resurgir de Mike Mokongo. El base galo anotaba cinco puntos consecutivos y comprimía el resultado hasta el 58-59. Javier de Grado, viendo que su equipo había arrancado el cuarto sin el empuje necesario, pidió un minuto técnico para restructurar el juego de los suyos. A partir de entonces, las alternativas se sucedieron en el marcador. A cada acción de Leche Río replicaba León con una canasta aún mejor (66-66), (68-68).

La emoción estaba servida, aún más cuando Quezada elevaba hasta tres la ventaja leonesa a falta de cuarenta segundos (69-72). Pero el guión del encuentro de ayer parecía escrito por el mismísimo Alfred Hitckcock. Cuando León parecía que tenía el partido en el zurrón, un triple de Forcada a falta de diez segundos establecía el empate a 73. Aún así, Quezada dispuso de dos lanzamientos para evitar la derrota, pero el dominicano erró desde el 4,60 y permitió que el cuadro breoganista capturara el rebote para que Arteaga recibiera una falta absurda. El pívot canario no falló y estableció el 75-73 final.

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