El discurso de Mou cala en el vestuario

El discurso de José Mourinho ha calado tanto en el vestuario del Real Madrid que para demostrar que en la plantilla existe unanimidad total sobre la teoría de la conspiración a favor del Barça y la persecución al equipo blanco, Casillas y Cristiano Ronaldo se han erigido en sus principales portavoces. Nadie mejor que el capitán y la gran estrella para protestar públicamente por el «robo» de las semifinales de la 'Champions', y no solo con palabras, sino también con gestos explícitos que pueden pasarles factura.

Casillas fue el primero en mostrar su indignación sobre el césped del Camp Nou golpeándose la cara después de que el árbitro anulase la jugada que acabó en el gol de Higuaín, pero Cristiano y Mourinho fueron si cabe bastante más expresivos a su llegada al aeropuerto de El Prat. Con sus movimientos de mano, el delantero y el técnico portugués quisieron denunciar ante las cámaras de televisión que el belga De Bleeckere, designado por la Uefa pese a estar en la lista negra de Mourinho, se había encargado de impedir su pase a la final de Wembley. También Xabi Alonso, otro de los pesos pesados del vestuario, clamó contra los errores arbitrales. Y desde los despachos, después de las quejas del director general, Jorge Valdano, también se encargó de ahondar en la polémica el vicepresidente Fernando Fernández Tapias. «Los árbitros de la Uefa nos tienen un poco mal de ojo, por decirlo de manera suave», apuntó el dirigente madridista. Incluso lanzó una advertencia al máximo organismo europeo: «Que la Uefa no se crea que son los amos del mundo en cuanto al fútbol». En un nuevo espaldarazo a 'Mou', aunque el técnico haya conseguido dividir a la afición, Fernández Tapias se mostró contundente: «Aunque todos cometemos errores en alguna declaración, apoyo totalmente a Mourinho, el mejor entrenador del mundo». «Estoy con Mourinho, y todo el madridismo está con él», sentenció

El caso es que el futuro de Florentino Pérez está vinculado al de Mourinho y el técnico luso que fue fichado para acabar con la hegemonía del Barça sigue teniendo, al menos de forma oficial, el apoyo de los dirigentes, aunque haya quedado marcado negativamente durante el maratón de batallas contra el Barça. El viernes le espera una sanción de la Uefa por sus declaraciones «inapropiadas» en el Bernabéu tras la ida de las semifinales. El castigo puede ser ejemplar para el portugués, que con sus continuas quejas y su ultraconservador planteamiento en el partido de ida de semifinales ha perdido prestigio entre una gran parte de la afición madridista.

Su presidente le ha dado todo el poder, algo que no había hecho nunca antes con un entrenador, pero entre las decisiones cuestionables de 'Mou' también figura ahora haber prescindido en los 180 minutos de la eliminatoria europea de Benzema, la gran apuesta de Florentino que fue clave en el duelo de octavos ante el Lyon. Prefirió a Higuaín para el Camp Nou, pese a su pobre estado de forma.

El técnico luso ostenta ell dudoso honor de concitar a partes iguales amores y odios en su primer año al frente del vestuario del Real Madrid.