Una carrera muy dura que engancha

Ha sido una pena aunque con estas dos etapas disputadas, he podido darme una idea más personal de esta carrera, tanto en esfuerzo como en dureza. Aún así, espero que en alguna otra ocasión pueda realizar por completo esta bonita carrera. Por otra parte y aprovechando el traslado en los coches de la organización, hemos tenido la ocasión de conocer más de cerca las miserias y/o necesidades de la gente que vive en estos poblados que sólo podemos apreciarlo en vivo. He visto como arreglaban un camión en la mitad de la calle, niños tirando piedras a las cabras e incluso me ha llamado la atención que estaban cuidando de los rebaños, suponiendo su falta de escolarización. Aquí la vida transcurre a otra velocidad muy diferente.

He llegado al campamento y lo he visto vacío por primera vez. Me he ido a duchar aprovechando la tranquilidad, ya que antes, lo lógico eran las colas para todo. El agua del campamento la traen en cubas y hoy, les han dejado sin ella porque se había estropeado el camión. Me he ido a comer antes de que llegaran los primeros a meta. He tenido ocasión de ver disputar la llegada, que bien es cierto, que nunca podría haberla visto si no se llega a dar esta situación. Mal se les ve en la salida, peor en la llegada. Me he hecho una foto con Heras y Pereiro, que me ha llevado a recordar sus antiguos éxitos. El resto del tiempo he estado pendiente de la llegada de mis compañeros, para darles la enhorabuena. Así como desearles toda clase de éxitos de aquí a final de carrera. He de contaros que ayer, ante la adversidad de la meteorología, la organización tuvo que adecuar unas escuelas de una población cercana para los que quisieran resguardarse. Aún así, prácticamente el total de nosotros permanecimos bajo el mismo techo del campamento.