El cambio de entrenador en enero no trajo los resultados esperados

Carlos Granero se comió el turrón, pero no el roscón de Reyes. El 4 de enero se llevaba a cabo su destitución, cuando ni siquiera se había producido un ultimátum. Fue después de uno de las dos goleadas encajadas esta temporada, la que le metió el Numancia a la Deportiva al regreso de las vacaciones (0-4). Granero había pedido cambios profundos en las vacaciones para poder salvar al equipo. Dichos cambios en el plantel pasaban por dar la baja a no menos de media docena de futbolistas. Pero ya se sabe, es mejor cambiar a uno que a seis y la víctima fue el «apuntador». Granero dirigió al equipo en esta Liga durante 18 partidos, con un balance de tres victorias, seis empates y nueve derrotas, lo que arrojaba una puntuación de 15 unidades. El equipo era penúltimo y estaba a cuatro puntos de las plazas de salvación. Transcurrida casi una vuelva, el panorama no ha mejorado.

Después de una interinidad del secretario técnico Tomás Nistal, que estuvo en el banquillo dos partidos y sumó sendas igualadas, llegó Claudio Barragán, Aunque se atinó bastante en los fichajes de invierno, se antojan pocos y se echa en falta a un delantero. Si bien es cierto que Claudio no ha perdido ningún partido por más de un gol de diferencia y que salvo ante el Alcorcón, el equipo mereció más en todos los demás encuentros, su equipo sólo ha ganado un partido, ha empatado nueve y perdido ocho, lo que hace un total de doce puntos, siendo en esos términos peores sus números a los de su antecesor en el cargo.

Resultados:

Granada 2-Huesca 0

Girona 4-Xerez 2

Las Palmas 2-Cartagena 0

Villarreal B 1-Alcorcón 4

Salamanca 1-Celta 1

Rayo Vallecano 1-Elche 2