El buen samaritano

T odo lo que rodea a la Cultural huele a mustio. El club airea un tufillo extraño desde hace tiempo. No es nuevo. Baena es el clavo ardiendo, la última bala en la recámara. El empresario esgrime un papel mojado como prueba de que ha comprado la mayoría accionarial de la entidad. Dice que asume casi dos millones de euros de deuda, más el desfase presupuestario de la temporada. Propone pero no dispone. Presume, con sus gestos y palabras, de buen samaritano. Se exhibe como el hombre que, sin recibir nada a cambio, arriesga su patrimonio, poco o mucho, para salvar de la quema a la sociedad y conducirla hacia la salvación.

De momento, Baena ha conseguido prolongar la agonía de la Cultural. Nada más. Los jugadores siguen sin cobrar. La Seguridad Social y Hacienda tampoco han recibido lo suyo. El convenio de acreedores no se cumple. No hay coordinador del fútbol base. Las subvenciones están bloqueadas. La liquidación está más cerca que nunca. Los futbolistas van a denunciar a la AFE.

Todo sigue igual. Baena defiende un proyecto endeble. Debe encontrar cuanto antes un inversor para aliviar las arcas del club y pagar las deudas más urgentes. Si no aparece, la responsabilidad última será de quienes llevaron a la entidad a la quiebra. Cueto tendrá que responder ante los acreedores y Baena quedará exento de cualquier obligación porque, a juzgar por los hechos, no es más que un intermediario que viene muy bien a Profutle.

El tiempo dictará sentencia. Baena convencerá a los escépticos si paga de su bolsillo las nóminas, acuerda con la tesorería el pago fraccionado de la deuda y afronta con su capital el coste de la próxima campaña. La Cultural merece estar en 2ªB porque se lo ha ganado en el césped, pero no a cualquier precio. Esperemos que al final no hagan bueno el dicho de para este viaje no necesitábamos tantas alforjas .