«Me encantaría seguir»

El técnico Javier de Grado disfruta con el baloncesto. No lo oculta. Es su pasión y, además, su trabajo. Vive con intensidad todo lo que rodea al deporte de la canasta, incluso en vacaciones, «porque aquí no paramos nunca».

Hay que mantener el ritmo, preparar la próxima temporada y bucear por el mercado para encontrar a ese jugador tapado que pueda entrar en el ajustado presupuesto de un club que cada año debe reinventarse. «Ahora veo muchos vídeos y estoy muy atento para encontrar a ese Manny Quezada», explica el entrenador de León, máximo responsable de una «fantástica» temporada que se valorará, aún más, con el paso del tiempo.

El equipo terminó quinto, algo impensable en el mes de agosto cuando la viabilidad del club estaba en la cuerda floja y ni siquiera podía garantizar su participación en la LEB. «Borraría muy pocas cosas de este año. Creo que la temporada ha sido fantástica y si me tengo que quedar con algo me quedo con un gran grupo humano que, sin duda, ha sido una de las claves», reconoció De Grado, quien aprovecha el parón liguero para continuar formándose como entrenador. «En julio voy a ir quince días a Gales a un campus de baloncesto que me servirá también para aprender inglés», revela. Después desaparecerá durante «diez días con la familia». No tiene tiempo para más pese a que se ha ganado las vacaciones a pulso. Tampoco sabe qué pasará con su futuro. Termina contrato el próximo 30 de junio pero estaría «encantado de continuar», aunque no depende de él. Ha disfrutado como un niño. Es el equipo de su tierra y, por eso, lo siente.

-"¿Ha sido éste su mejor año en Baloncesto León?

-"Como primer entrenador sin duda, aunque aquí he vivido muy buenos momentos, como el ascenso a la ACB con Gustavo Aranzana.

El verano volverá a ser eterno. «Habrá que esperar hasta el último momento para buscar a ese jugador que no encuentra sitio», advierte. Por ahí pasan las opciones de un club modesto, que se ha ganado el respeto de todos los rivales. Tanto es así que la plantilla del conjunto leonés tiene muchas novias. «Va a ser inviable mantener el bloque, aunque si dependiera de nosotros no se iría nadie. Estoy muy orgulloso porque los jugadores han dado un pasito hacia adelante y son mejores que hace ocho meses», celebra. De Grado valora el compañerismo de cada uno de los componentes del plantel, sin distinciones. «No han sido nada egoístas y han puesto al equipo por encima de cualquier cosa. Por eso hemos sido capaces de quedar quintos», significa.

La afición también se ha enganchado al buen juego exhibido por una plantilla corta, diezmada por las lesiones. El mérito es incuestionable. «La afición leonesa es entendida y valora el buen baloncesto. El equipo ha mostrado un buen nivel y han estado con nosotros a muerte», agradece el técnico, quien tiene una espinita clavada en lo hondo del corazón: «Siento muchísimo no haberles podido brindar ese quinto partido del play-off, aunque la afición ha recuperado un espíritu que igual no tenía antes y eso es una de las cosas más importantes del año porque va a quedar ahí», asegura. Confía en poder repetir los éxitos, dar el salto a la ACB con el club de su tierra y resarcirse de la derrota «injusta» frente el Breogán.