Los que la tumbaron que la levanten

La Cultural depende para su supervivencia del cumplimiento de una serie de exigencias económicas que sus dirigentes no están desarrollando. El Partido Popular, que el día 11 de junio presentará al equipo de gobierno del Ayuntamiento de León, cree que la salvación del club blanco pasa por la recuperación del empresariado leonés en torno a la Cultural y aporte su dinero en colaboración con las instituciones, comenzando por los que han gestionado la sociedad anónima deportiva en los últimos diez años de vida, en referencia a la plataforma Profutle, que es la que ha conducido a la entidad culturalista a la dramática situación económica en la que se encuentra, en situación de quiebra técnica y al borde de la liquidación.

Y para conseguir este objetivo, el Partido Popular ya ha iniciado contactos con unos y con otros para intentar que la sociedad propietaria del equipo supere las guerras internas y retorne a la unidad a través de un consejo de administración de integración. Debe surgir un presidente de transición para impulsar esa unidad y desde ahí componer un consejo de futuro. Los que tumbaron a la Cultural hasta la maltrecha situación económica por la que transita, próxima a la desaparición, tienen ahora la obligación de levantarla, porque de lo contrario la continuidad del club será muy complicada.

Desde hace mucho tiempo el consejo de la Cultural sufre un proceso de crisis. La Cultural de Profutle nació de un conjunto de empresarios de diversos sectores, sobre todo de la construcción, que decidieron asentarse en torno a la entidad futbolística por un mismo motivo. Según afirma el Partido Popular, todos reunidos tienen que marcar el rumbo de la nueva Cultural, «pero con una gestión muy diferente», se ha llegado a asegurar.

Se pretende que los empresarios que se englobaron bajo el anagrama de Profutle asuman su responsabilidad de una gestión que ha llevado al club al precipicio económico, además de otros que se puedan incorporar, pongan dinero, y con apoyo institucional, sean capaces de reinventar el consejo de administración, para que la Cultural pueda aspirar a ser un equipo de Segunda División.

La idea es que los que han conducido al club leonés al concurso de acreedores levanten de la lona a la Cultural. La propia gestión ha llevado una deriva evidente que ha roto incluso hasta el equipo que dirigía la Cultural. Hay un presidente dimitido, Domingo Cueto, que debe limar las guerras internas entre el empresariado leonés. La supervivencia de la Cultural pasa porque los que la hicieron caer la levanten con dinero.