balonmano. un leonés de champions
«Mis éxitos también son de León»
Juanín García no renuncia a ser el mejor embajador deportivo de su tierra. «La Liga de Campeones la hago extensiva a todos mis paisanos. Allá donde vaya o esté yo representaré siempre a León»
L a noche fue larga. Muy larga. Pero la ocasión lo merecía. En la Final Four disputada en Colonia el pasado sábado el Barcelona volvía a ser el rey de Europa tras conquistar su octava Champions después de seis años de sequía europea. Demasiado tiempo para un club como el azulgrana diseñado para ganarlo todo. Y en esa Liga de Campeones que ya luce en las vitrinas azulgranas colaboró el extremo leonés Juanín García con tres tantos. Para él fue su primera corona continental. Uno de los pocos títulos que faltaban en su palmarés.
Ayer dedicó el día a su familia, especialmente a su hijo Elam con el que pasó mucha horas a pesar de las pocas horas de sueño. «La verdad es que no dormimos mucho. Primero celebramos el título en Alemania, luego en el avión y cuando llegamos a Barcelona serían sobre las tres de la mañana y a casa, entre una cosa y otra, en torno a las cuatro».
Pero las buenas vibraciones siguen primando sobre todo lo demás. «El sábado fue un buen día en todos los sentidos. Conseguimos el gran objetivo que nos habíamos marcado a principio de temporada que era luchar por todos los títulos y especialmente volver a ganar la Champions».
Una Liga de Campeones muy especial después de la enorme desilusión del año pasado cuando el Kiel les arrebató un título que parecían tener en la mano. Fue un trago muy amargo. Pero también sirvió para endurecer al grupo y eso les hizo ir este año con más ambición a Colonia.
«Es mi primera Champions y estoy muy contento pero sobre todo por el equipo porque lo del año pasado fue un palo muy duro para todos porque quedamos muy cerca. La verdad es que fuimos a la Final Four pensando en todo aquello y hicimos unos grandes partidos», explica.
«Gano mi primera Champions con 33 años aunque hay jugadores con apenas veinte que ya la tienen», comenta en tono relajado en alusión al joven portero canterano, Gonzalo, que cubrió la baja del sueco Sjostrand.
Se le nota satisfecho por una temporada redonda para él en todos los sentidos. «Es para estar muy satisfecho», reconoce. «Ganamos la liga hace un par de semanas y ahora la Champions. La verdad es que es inmejorable. Y no me olvido tampoco de la medalla de bronce en el Mundial de Suecia. Creo que será muy difícil que se pueda repetir algo así», sentencia.
Y eso que cuando hace balance de la campaña recuerda los malos inicios. «Empezamos perdiendo la Supercopa ante el Ciudad Real y también caímos en la Copa del Rey, que llevábamos levantándola dos años seguidos. Pero nuestra ambición seguía intacta. Este año hemos sido muy regulares, hemos tenido pocos tropiezos y los pocos que ha habido los hemos sabido arreglar siempre».
Ayer fue también un día de esos en los que el móvil no para de sonar. «Mucha, muchísima gente», dice con la resignación de quien ya ha pasado antes por esto. «Y de León también muchas llamadas y muchos mensajes de felicitación. Muchos mensajes de gente y de amigos, de familiares, de compañeros y ex compañeros. Gente que me sigue y me manda mensajes siempre no sólo cuando levanto una copa sino cuando las cosas no van bien. Y esos son los que más valoro».
Y es que aunque Juanín se fue de León y del Ademar hace seis años sigue siendo profeta en su tierra. Él lo sabe. Por eso le gusta compartir sus éxitos con sus fieles paisanos. «Esta Liga de Campeones la hago extensible a la gente de León, a toda esa gente que me apoya, que me sigue y que está pendiente de mí y del Barça. Me acuerdo de ellos siempre y tengo muy claro que allá donde vaya o donde esté yo representaré a León siempre. Lo hago con el Barcelona, que es mi club, pero también represento a León».
Y a esas raíces que no olvida volverá en breve a pasar parte de sus vacaciones de verano. Este año bien ganadas. «Ahora voy a estar un par de semanas con la selección y luego ya cogeré las vacaciones donde pasaré unos días en León».
Sigue de cerca todo lo referente a su Ademar y ya ha leído también que dentro de un año podría jugar con Martin Stranovsky el jugador que vino a relevarle hace seis años. «Bueno, es una pequeña curiosidad del destino, pero no lo quiero valorar hasta que no se formalice», apunta siempre políticamente correcto.