Érika acaricia el podio

Érika Villaécija no pudo completar con otro podio su presencia en el Trofeo Mare Nostrum, mundial oficioso y último gran test antes de la cita de Shangai.

La leonesa, que en la jornada del sábado se había colgado el oro en los 800 metros donde es la actual campeona mundial en piscina corta, estuvo muy cerca de repetir presea. Sólo que esta vez su esfuerzo sólo le permitía acabar cuarta en los 400 metros libres, a escasas 74 centésimas del bronce de la australiana Brainbridge. Y todo tras una prueba en la que fue precisamente la aussie la que completaba los primeros 50 metros en cabeza.

Por detrás la a la postre ganadora Boglárka Kapás y la británica Joanne Jackson. Érika no fue tan veloz en este tramo inicial aunque nunca perdió la estela de las nadadoras que le precedían.

Sin variación en el ecuador. En el ecuador de la prueba el cuarteto de cabeza apenas había variado sus posiciones. Si cabe Kapás y Jackson empezaban a cobrar cierta renta mientras que Brainbridge empezaba a descolgarse siendo cazada por Érika con la que iba a mantener una dura pugna por el último peldaño del podio. Fue un mano a mano espectacular lo mismo que en los dos puestos de cabeza. Kapas y Jackson pugnaban por el triunfo Villaécija lo hacía por el bronce con una Brainbridge que aguantaba como podía las acometidas de una rival que iba de menos a más y a pesar de que no era su mejor distancia se estaba mostrando claramente consistente. Al final Kapás se llevaba el gato al agua con un registro de 4:08.22 por los 4:08.76 de Jackson mientras que apenas 74 centésimas privaban a Érika del tercer peldaño del podo.

Eso sí, la nadadora leonesa se va del Mare Nostrum con un excelente sabor de boca y demostrando que en el Mundial de China a mediados del próximo mes de julio tiene mucho que decir.