Carou: «Ahora soy de River más que nunca»

Como le sucedió a decenas de miles de argentinos el pasado domingo sintió que el suelo se abría bajo sus pies cuando el equipo de sus amores, el River Plate, empataba con el Belgrano y descendía a Segunda División. El equipo más laureado de Argentina, con 110 años de historia gloriosa a sus espaldas, caía al infierno entre la incredulidad, la rabia y el dolor de la gran familia riverplatense.

Una familia de la que es miembro el pivote argentino del Reale Ademar, Gonzalo Carou. «La verdad que la situación que nos toca vivir a todos los riverplatenses es muy dura, creo que nadie pensó que esto podía pasar, pero es el lógico resultado de una muy mala gestión de la anterior presidencia y de la actual. La anterior por fundir el club, dejarlo en bancarrota y desarmar toda la estructura que estaba armada. La actual, por no ser capaz de enderezar el rumbo y no hacer nada de lo que prometió».

Pero el dolor por el descenso no le impide condenar el lado oscuro de una realidad que ha vivido en persona en los últimos días. «Lo peor de todo es la actitud de los que dicen ser hinchas y lo único que saben hacer es generar caos, romper lo que encuentran en el camino y pegarle a cualquiera que pase por ahí, hasta matar a un policía, lo cual no salió en muchos lados porque el gobierno permitió jugar el partido a pesar de que se sabía que esto podía pasar. Para colmo, lo único que consiguen además de la barbarie y el dolor de las familias de los afectados es que no pueda jugar River, en el Monumental por 20 jornadas».

Y apela al espíritu pragmático para dejar cuanto antes este año en el infierno como rezaba aquel viejo logo del Atlético de Madrid cuando bajó también a Segunda. «Ahora lo mejor que se puede hacer es buscar soluciones y no dar manotazos de ahogado como poner a Almeyda de entrenador, porque volver a Primera no es nada fácil. Por suerte parece que los sponsors seguirán y si la tele ayuda como se dice que va a hacer podría dar un empujón importante a la economía del club».

Y una cosa tiene clara: de River hasta la muerte. «Por lo menos el hincha fi el sigue apoyando tanto en las bue nas como en las malas y hoy más que nunca soy de River de la cuna al cajón», subraya rotundo el pivote argentino.