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León

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El pelotón afronta hoy la segunda etapa de transición antes de afrontar el primer test de alta montaña con la llegada a Luz Ardiden, lo que convierte a los 167,5 kilómetros entre Blaye-les-Mines y Lavaur en una nueva oportunidad para los esprinters.

A la espera de los Pirineos, los ciclistas afrontan una etapa sin grandes dificultades, lo que facilitará que los equipos de los llegadores puedan controlar la carrera.

Entre los grandes tocará velar armas, guardar el máximo posible de fuerzas, no arriesgar y tratar de llegar en las mejores condiciones posibles a Luz Ardiden.

Después de esta etapa, los velocistas no van a tener muchas posibilidades de destacar. Solo les quedarán dos oportunidades para brillar: en Montpellier y luego en París para la llegada en los Campos Elíseos.

Como habrá muchos equipos que no hayan podido ganar una etapa hasta este momento, intentarán destacar en la etapa que se disputa hoy.