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Ciclismo. Tour de FRANCIA

Ataque de orgullo de Contador

El español revienta la carrera y deja a Evans la victoria final a tiro aunque el líder es ahora Andy Schleck. Samuel Sánchez, ganador de la montaña

Publicado por
Benito Urraburu | Alpe d-™Huez
León

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Alberto Contador no se ha despedido del Tour de Francia, le quedan dos etapas para hacerlo, como a todos, pero ha dicho adiós a la carrera y lo ha hecho a lo grande, con otro ataque imposible, a ¡92 kilómetros de la meta!, en el que no buscaba dar la vuelta a la prueba, pero sí despedirse a lo campeón. Lo consiguió. Solo le faltó poder ganar la etapa, algo que se le complicó cuando quedaban 2.400 metros para la meta y el francés Rolland, el corredor que ha estado con su líder, Thomas Voeckler, en todos los puertos del Tour, se aprovechó del trabajo de Samuel Sánchez, que le llevó hacia delante, para dejarles clavados a los dos. Así es el ciclismo.

Samuel defendió sus intereses, buscaba ganar el premio de la montaña, que finalmente consiguió, y tanto él como Alberto se quedaron sin la etapa. El ataque de Contador tuvo un diseño muy especial. Lo dibujó después de la etapa del Galibier, tumbado en la cama pensando antes de dormirse que ya que no tenía ninguna posibilidad en la general final.

Y los que disfrutaron fueron los que pudieron verle bailar encima de ella durante muchos kilómetros, desde que sembró el pánico en el Télégraph y explotó todo el grupo. Le siguieron los más fuertes, Andy Schleck, Voeckler y Fran Schleck. Evans pensó mucho en meterse en aquella aventura de final incierto. Tuvo que bajarse tres veces de la bicicleta hasta que se vio obligado a cambiarla. Hubo gesta, pero no premio para el gran protagonista en la despedida de los Alpes.

Evans-Schleck, 57 segundos. El Tour de Francia volverá a resolverse por segundos, por diferencias mínimas que se afinarán en la última contrarreloj, 42,5 kilómetros en torno a Grenoble en los que pelearán por el último maillot amarillo el luxemburgués Andy Schleck y el australiano Cadel Evans, separados por 57 segundos. «Un poco justo», afirma Bernard Hinault, cinco veces ganador en París, que puntualiza que «el maillot amarillo siempre da una motivación extra». Eddy Merckx se mantiene asombrado por la exhibición del menor de los Schleck en el Galibier. «Si fue capaz de aquello puede hacer cualquier cosa», dice el belga, que también ganó cinco Tours. Otro factor a tener en cuenta es el cansancio tras tres semanas de competición.