Diario de León

PIRAGÜISMO. CAMPEONATO DE ESPAÑA DE AGUAS BRAVAS

Fidalgo se adueña del podio

El palista leonés del Kayak Pico Azul se cuelga la segunda medalla de oro en el Nacional de Sabero tras dominar de principio a fin la prueba de descenso K1 sobre seis kilómetros. En C1 el mejor fue Rodrigo Ramos

La segunda jornada del Nacional de aguas bravas en el  Esla apenas varió la estampa de la primera con los gallos como dominadores.

La segunda jornada del Nacional de aguas bravas en el Esla apenas varió la estampa de la primera con los gallos como dominadores.

León

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Guillermo Fidalgo convirtió las aguas del Esla en el mejor escenario posible en el que corroborar no sólo su gran momento de forma, también su supremacía nacional en la modalidad de aguas bravas. Y para muestra un botón: dos oros de dos posibles. Si el sábado se llevaba la gloria en la prueba de descenso esprint K1, ayer el integrante del Kayak Pico Azul hacía lo propio en su distancia predilecta, los seis kilómetros.

Nada pudieron hacer el resto de rivales ante el fuerte ritmo que desde la salida imprimió el leonés, sabedor de que cualquier concesión a los otros gallos podría suponerle un disgusto inesperado. En apenas un kilómetro Guillermo ya había acumulado un puñado de segundos sobre su más inmediato perseguidor, el gallego Jesús Rodríguez. El cántabro Eduardo Tudel se mantenía al acecho aunque cada vez más alejado. Lejos de mantener su margen de maniobra, Fidalgo incluso aplicaba un punto más a su remar. Palada a palada la diferencia en el ecuador de la prueba se acercaba a la decena de segundos. Con 19 años Guillermo hacía gala también de un poso de experiencia que le permitía, con mucha calma, evitar cualquier error que echara por tierra el trabajo realizado hasta ese momento. Además, en su tierra, convertía el examen de las aguas bravas en una simple cuestión de superioridad, la que reflejaba su número, el 18, emerger sobre el del resto de enemigos, incapaces de poner en peligro lo que ya, a falta de mil metros, parecía una victoria incontestable.

Nada menos que 14 segundos fueron su bagaje en la línea de meta respecto a un Jesús Rodríguez que por poco se dejaba la plata a manos de Tudel. La representación leonesa, en este caso el Kayak Pico Azul, también lograba situar en los puestos de honor a otro representante, en este caso a Raúl Delgado que concluía en una meritoria octava posición.

La jornada matinal en las aguas del río Esla a su paso por Sabero también ofreció otras batallas deportivas. En veteranos el alemán afincado en Ribadesella superaba con menos agobios de los esperados al santanderino Joaquín Martínez mientras que el tercer peldaño del podio lo ocupaba Manuel Craviotto, padre precisamente del olímpico Saúl que a pesar de su veteranía lograba hacerse con un lugar de privilegio en el cuadro de honor. En féminas tampoco hubo excesiva historia en cuanto a la puja por los tres puestos de honor. El oro iba a parar a manos de Laura Miralles que aventajaba en la línea de meta en casi 45 segundos a la integrante del Club Capitán Nemo de Ciudad Rodrigo Victoria Isabel Sánchez. En júnior la salmantina Marta Mancebo superaba en el tramo final de la competición a Sandra Pérez. Ya sin opciones a los dos primeros puestos Lucía Cabo tenía que conformarse con el bronce no sin tener que hacer un esfuerzo extra debido al peligro que representaban las rivales que transitaban a su estela.

En cuanto a la categoría C1 el vigente campeón de España Rodrigo Ramos se fajaba como un titán para colgarse la presea más preciada. Ni el hecho de competir apenas unos minutos antes en K1 fue obstáculo para que el de Ciudad Rodrigo cruzarse la línea de meta con más de ocho minutos de renta sobre su compañero de club, Izan Sánchez.

El júnior Guillem Hernández completaba el cuadro de honor en otra carrera frenética en la que Aitor Iribarren y Gonzalo López le escoltaron en el podio. Y todo en una jornada en la que nada menos que 103 palistas se fajaban por las aguas del río Esla en busca de un premio que en esta ocasión volvió a deparar escasas sorpresas en cuanto a los favoritos. Uno de ellos, precisamente, Guillermo Fidalgo, se hacía con un doble botín, en ambos casos con el metal más preciado, el oro.

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