Entrevista | PEDRO RODRÍGUEZ «Perico» | Responsable de Servi&Moto, empresa logística de motos en la Vuelta a España
«Ver la retirada de un mito como Indurain en la Vuelta nunca lo olvidas»
La Vuelta a España ya calienta motores. Una edición que levanta el telón el próximo sábado y que estará marcada por el protagonismo que la provincia de León tendrá no sólo en su desarrollo, también en el desenlace de la general con dos etapas de montaña. El nombre de esta tierra también se oirá en la boca de Pedro Rodríguez, maragato de adopción y encargado de hacer posible que periodistas y fotógrafos puedan desarrollar su trabajo a pie de carretera.
Pedro Rodríguez, «Perico», lleva más de veinte años en la caravana que conforma la Vuelta a España.
Veinte años dentro de la gran caravana que conforma la Vuelta a España dan para escribir más de un libro de anécdotas, historias y tantas curiosidades que la mayor parte de las veces quedan diluidas detrás de las cámaras, mudas e invisibles para la mayoría de las personas. Perico las guarda en su mente como si de una computadora se tratase porque son parte de sus recuerdos, de su profesión y en buena parte de su vida.
—Dos décadas viviendo la Vuelta a España dan para mucho, también para ser testigo de numerosas anécdotas.
—Serían incontables, algunas positivas, las más, y otras que prefiero olvidar. Quizás por la trascendencia que tuvo la que más destaco es la de la retirada de Indurain. Me tocó de cerca. Yo llevaba la moto y en ese momento Miguel hacía una maniobra que nos sorprendió. Luego ponía pie a tierra y ahí estaba yo, viendo como uno de los más grandes del ciclismo decía adiós a la Vuelta y a su trayectoria profesional. También recuerdo otra, es este caso protagonizada por el italiano Cunego. Fue una etapa de montaña y después de que durante algún tiempo se le hubiera criticado, ni corto ni perezoso se bajaba de la bici y cruzaba de pie la meta con ésta levantada sobre sus brazos. —Tantos y tantos ciclistas. Se habla de que algunos son un poco quisquillosos en carrera mientras que la mayoría respetan su trabajo.
—En el aspecto negativo recuerdo a Zulle. No tenía un buen concepto de nosotros, tanto de los de las motos como de los coches cuando en cierta medida sus gestas quedan reflejadas porque estamos ahí. El trabajo de uno y otro se puede hacer sin que nos molestemos. En el otro lado, el positivo, hay muchos ciclistas que nombrar pero yo destaco a Rubiera. Siempre estaba dispuesto a todo, nunca tenía un mal gesto. También destaco a Samuel Sánchez y Vinokourov. Son ciclistas que te dan mucho juego, sobre todo en las bajadas. A Vino le he seguido a 105 kilómetros por hora.
—Tantas motos y coches en carrera. Supongo que será difícil mantener una convivencia entre todos.
—Todo lo contrario. Cada uno sabe su papel y que si hace algo que no está permitido se va a la calle. En nuestro caso, en el mío y el de mi compañero de empresa Servi&Moto, Vespi, después de tantos años estamos considerados con otros nueve compañeros con placas verdes, o lo que es lo mismo, patas negras. Sabemos lo que hacemos y prueba de ello es que no sólo estamos en la Vuelta, también en el Giro y el Tour.
—En la parte trasera de su moto habrá llevado a personalidades ilustres y profesionales destacados de la comunicación.
—Han sido muchos. Guardo un mayor recuerdo del que me lo enseñó todo en esto como Manolo Lama. Pero también de José María García. En la moto también he llevado a José Tomás…
—Lo de la Vuelta, ¿cómo empezó? ¿Por casualidad o ya lo tenían estudiado?
—A mi socio y a mí siempre nos ha cautivado la moto y las posibilidades que tiene dentro de los medios de comunicación y los eventos de masas. Yo empecé en Francia trabajando para un periódico y luego en Inglaterra para medios como la BBC y Reuters. Luego dí el salto a España, en la Vuelta a Madrid y ahí, por casualidad, conocí a Jon Barandita, director de fotografía de El Periódico. De ahí llegó todo rodado.
—¿Cómo prepara una etapa de la Vuelta?
— Te levantas muy pronto para hacerle una revisión completa a la moto y prepararla teniendo en cuenta si vas a llevar a un redactor o a un fotógrafo pues no es la misma altura ni protecciones para cada uno. Luego lees la prensa o miras un poco la tele para conocer un poco más el trabajo del periodista o fotógrafo que llevas para adaptarte a sus gustos. También debes desayunar muy fuerte porque hasta la noche no vas a probar bocado. Después nos dirigimos a la zona de salida una hora antes o más. Allí recogemos a nuestro pasajero. Pero cuando llegas a meta no terminas porque tienes que estar con el redactor o fotógrafo hasta varias horas después para trasladarle al hotel, por si tiene que hacer entrevistas. Incluso hemos tenido que esperar hasta seis horas porque, por eso de las audiencias, algún periodista, para evitar que la competencia pueda entrevistar al ciclista que ese día es el protagonista, lo ‘secuestra’ unas horas.