baloncesto. Liga leb-oro
De Grado apela a la unión
León inicia su pretemporada con pocas caras nuevas y a falta de tres fichajes
Múgica, en un momento del entrenamiento de ayer.
Baloncesto León levantó ayer el telón de la pretemporada sin solventar aún los problemas que arrastra su juego interior y sin Manny Quezada, que no ha podido volar hasta la capital por un contratiempo con su visado.
La plantilla está aún pendiente de cerrarse, sobre todo en su juego interior, ya que solo dispone del canterano Javier Mújica.
El resto de integrantes del plantel, que dirigirá por cuarta campaña consecutiva Javier de Grado, lo forman el base y capitán Juanjo Bernabé, junto con Jorge Calvo en la dirección del equipo, dejando a Franco Rocchia, Julio González y el único fichaje hasta ahora, Mario Díez, como jugadores exteriores.
De Grado y su ayudante Tino Ugidos diseñan el trabajo en doble sesión de mañana, con preparación física en las instalaciones de «La Granja» y después en el Palacio Municipal de Deportes, donde también tendrán los entrenamientos vespertinos, que concluirán en la primera semana el viernes, para dar descanso el fin de semana.
El técnico, que ha llamado a alguno de los canteranos para reforzar el bloque, reconoce que «la pretemporada va a ser difícil porque nos faltan efectivos» y —continuó— «los que hay juegan en la mismas posiciones», pero no quiso buscar excusas: «Tenemos que empezar a preparar conceptos para tenerlo todo lo más claro posible cuando lleguen las incorporaciones».
De Grado destacó que este año habrá, si cabe, más rivalidad en la competición y destacó al Tenerife, que fichó a Donalson «cuando nadie lo creía posible».
También significó el estado del juego exterior de Baloncesto León y aseguró sentirse «muy contento con lo que llevamos hecho; vamos a acertar con lo que nos queda», comprometió.
«Es bueno tener la misma estructura y base del año pasado» explicó el técnico, quien asume que lo de la pasada temporada «fue un milagro», por lo que «ahora tenemos que partir de cero y volver a empezar ese sueño para hacer las cosas bien», manifestó. De Grado, eso sí, dejó claro que aunque estamos en crisis y lo de la pasada temporada fue un milagro, «este año hay que partir desde cero y volver a empezar ese sueño de hacer las cosas bien», puntualizó.
El entrenador confía sin fisuras en sus pupilos y reconoce que los frutos del trabajo llegarán, aunque «poquito a poquito, porque habrá difilcultades», declaró. Si bien lanzó una arenga a los suyos: «La unión hace la fuerza», sentenció.
Además, desea «un encajamiento de puzzle perfecto». Los tres jugadores que faltan pueden ser «uno abierto, uno interior, uno más o menos físico... hay muchas opciones», concluyó.