tenis. master 1.000 de cincinnati
Nadal vence pero no convence
El manacorí vuelve a la senda del triunfo a costa de Benneteau aunque no luce su mejor versión
Después del traspié de Montreal, Rafa Nadal recuperó para su vocabulario la palabra que más acostumbrado está a repetir: victoria. Pese al triunfo, los síntomas que ofreció en la pista no fueron buenos, pero tiene margen de mejora.
Sin ofrecer su mejor versión, sin estar muy fino ni demasiado a gusto sobre la pista, el número dos del mundo sacó adelante su partido de segunda ronda del Masters 1.000 de Cincinnati.
El balear, que consiguió nueve ‘aces’ y falló mucho más de lo normal -cometió 23 errores no forzados en 22 juegos-, doblegó al francés Julien Benneteau por 6-4 y 7-5 en una hora y 33 minutos. En su próxima cita se medirá al vencedor del encuentro entre Fernando Verdasco y Michael Llodra.
La película de la primera manga queda resumida en el ‘break’ que consiguió Nadal en su primera oportunidad. Y muy poquito más destacable. Porque ambos tenistas fueron incapaces de generar más de una bola de rotura en un set en el que se impusieron los servicios. El mallorquín, muy sólido con el suyo, apenas cedió tres puntos al saque en toda la manga. Benneteau, con algo más de apuros, sostenía sus servicios sin demasiados problemas. Hasta que llegó la rotura de Nadal. Y ahí se acabó el parcial. En la mayor parte del segundo acto la historia varió muy poco.
El de Manacor, superior desde el fondo de la pista, sufría para sacar partido de esa ventaja. Su derecha cruzada frente al revés del número 112 de la ATP se imponía, pero no arrollaba. Los numerosos errores no forzados, muy poco habituales en él, le impedían recobrar la ansiada confianza que disminuyó en Canadá. Pese a ello, el saque seguía funcionándole a la perfección. Pero la sombra del primer partido de Montreal volvió a aparecer. Cuando tenía todo de cara para ganar, con 5-4 suyo y saque, Benneteau gozó de la primera bola de rotura del partido. Y no perdonó. El francés empató el set y amenazó con volver a dar la sorpresa y poner en aprietos al segundo cabeza de serie del torneo
Sin embargo, hasta ahí llegó el galo. Regaló su saque, y esta vez sí que el español no falló y abrochó la manga.
Al concluir el encuentro, el pupilo de Toni Nadal confirmó que «la victoria es importante después de la semana pasada». Sobre el aparatoso vendaje que llevó durante todo el partido en la mano derecha, el seis veces campeón de Roland Garros aseguró: «Bien no estoy». «Me pusieron un plato que estaba ardiendo, me quemé y tengo dos ampollas muy grandes en la mano derecha. Para golpear el revés hay momentos que me cuesta», reveló Nadal.