Vallespí, la voz del Gran Premio los últimos 20 años
Valencia es su tierra natal pero desde hace dos décadas lleva en su corazón a La Bañeza, ciudad a la que este apasionado de las motos acude cada mes de agosto para convertirse en el locutor de su Gran Premio. Ni el año pasado cuando su madre se encontraba enferma faltó a una cita que ama como pocos. Ayer volvió, como cada año, a ser el alma mater de un acontecimiento único. Fernando Climent fue quien le metía el gusanillo en el cuerpo y desde aquel 1991, Pedro Vallespí es y será una parte fundamental del Gran Premio de Velocidad.