EUROPEO DE LITUANIA. una victoria agónica
Gasol ilumina a España (83-78)
El pívot de los Lakers, con sus 29 puntos, y Juan Carlos Navarro, con 23, evitan la primera derrota de la selección, que dominó placenteramente a Polonia y acabó cercana a la angustia.
España, potencia mundial en el asunto de la canasta a la que le gusta salpimentar su existencia con contrastes. Aporta a sus platos ambigüedad, posibilidad de lecturas antagónicas, tendencia a la experimentación.
Este miércoles inició sus apariciones en los fogones lituanos con disparidad de opiniones. No se lució (83-78) para contar con una materia tan exquisita, la que más, de cuantas reposan en la despensa del Eurobasket, pero acabó superando la prueba con corrección. Sin más. Es más de lo mismo respecto a otras apariciones de ‘La Roja’ de la canasta, en este debut teñida de blanco, color que, paradójicamente se le atragantó a Rudy Fernández. Ya la padeció en el Mundial y sus consecuencias han reverdecido. De repente, su cuerpo se llena de ‘ronchones’ y el jugador queda K.O. Resultado: únicamente 12 minutos en pista. Pero no fue ése el problema que convirtió a los de Scariolo en agobiados competidores después de haber tenido opciones para romper el encuentro y endosarle a la sufrida y pegona Polonia un ‘polvorón’ de 20 puntos para arriba.
No fraguó la masa y los intentos de construcción se vinieron abajo. Con cuatro bases en el roster, fue el recién llegado, Sada, quien impuso la cordura en el segundo cuarto, culminando los mejores momentos de una España por la calidad inabarcable para los polacos de los hermanos Gasol y Juan Carlos Navarro.
Cuando las rotaciones se manifestaron surgió un equipo desconocido. Primero porque se pudo ver en acción a tres pequeños (Sada, Navarro y Llull). También porque Scariolo le dio minutos como alero a Claver, que el valenciano volvió a dilapidar aunque su jefe valorara positivamente la defensa sobre Kelati. Y, sobre todo, porque a la defensora del título se le percibió sin timón, intensidad, fortaleza, decisión, aplomo. Solo así, en tal mar de déficits, se explica que la versión más indolente de Polonia se viera inoculada de orgullo, ambición y fe en dar la primera campanada en el carrillón lituano. Superado en el rebote, con aportaciones testimoniales en la anotación de los hombres de banco (solo 11 puntos), sin que ninguno de sus cuatro delineantes hiciera pasar la bola por el aro, acomodado en la recolecta desde la línea de castigo —lanzó 46 tiros libres—, el séquito de Scariolo se desmembró.
Una banda la polaca, pero con un par de ya saben qué. Su decisión activó la cuota de potra con dos triples-chufas sobre la bocina. Un acierto desde la línea de 6,75 de Pau Gasol, siempre él, supuso la primera bocanada de Ventolín. Vuelta a las andadas y es Navarro a 1,30 del final quien hace el boca a boca a los suyos. Pero no había concluido la carga de sufrimiento. Innecesario. Otro ‘dos más uno’ del mayor de los Gasol fue requerido con urgencia para que la ventaja se alejara de una opción de triple. Angustia. 80-78 a 17 segundos. Inverosímil. La sangre no llegó al río.