Asalto al feudo riojano (25-28)
El Reale Ademar vuelve a ganar en la pista del Naturhouse después de dos temporadas sin conocer allí la victoria.
El lateral ademarista hace valer sus 2,11 de estatura para elevarse por encima de la defensa riojana y marcar.
Lo dijo el técnico Isidoro Martínez en los días previos al desplazamiento a La Rioja. «Recibir 25 o 26 goles será una buena cifra, indicativa de que habremos hecho una buena defensa». Y sus jugadores le hicieron caso. Al pie de la letra. El Naturhouse les hizo doce en la primera y trece en la segunda. Números que indican un muy buen trabajo atrás, firme y sin altibajos en ambas mitades. Y es que la victoria que arrancó ayer el Reale Ademar en el feudo riojano se cimentó fundamentalmente en la defensa. Los leoneses mandaron práticamente siempre en el marcador y se volvieron para León con los dos puntos rompiendo así una racha de dos temporadas sin vencer en el feudo riojano.
Un gran trabajo desde la defensa con un Venio Losert perfecto bajo los palos permitía una victoria, la segunda de la temporada, para un Ademar que supo manejarse en un encuentro incómodo, ante un rival muy físico y que jamás se rindió. Pero la calidad de los leoneses les permitió ganar con oficio en la pista de Logroño a un Naturhouse que nunca se dio por vencido pero que cometió errores importantes en los momentos decisivos. Ademar supo mantener una renta corta pero suficiente en el segundo periodo hasta sumar el éxito. Dos jornadas, dos victorias.
Se iniciaba el encuentro con gol de Víctor Hugo para los de Logroño, pero la respuesta ademarista llegaba a través de la primera línea, con un parcial de 0-4 que daba la primera renta importante al conjunto de León, tres arriba. No obstante, las superioridades empezaban a tener su importancia y Naturhouse lograba otro parcial de 3-0 ante un Ademar León en inferioridad (6-5). El Reale Ademar se ponía con uno arriba cuando se entró en una fase de ataques completamente desubicados, con Ángel Montoro aportando un poco de claridad a un encuentro donde las defensas se imponían con gran claridad a los ataques.
Un Jorge García Vega motivadísimo ante su ex equipo anotaba dos dianas para igualar el marcador. La cuestión era defensiva y tensa, con Ademar quedándose con dos menos en un tramo del encuentro donde los riojanos pudieron atacar más cómodos. Un gol importante de Ruesga con cuatro en cancha dejaba claro que Ademar no se rendía, enfado de Isidoro con la mesa incluído por un tiempo muerto. Jaime González y Borges ponían dos arriba a Ademar (10-12), con Losert reconvertido en muralla infranqueable.
La segunda exclusión de Carou, preocupante dato, se veía sin embargo acompañada por un recital de Cabanas y Ruesga para poner cuatro arriba, 11-15 de un Ademar que parecía jugar como decía Helenio Herrera en el fútbol, mejor en inferioridad, parcial de 1-3 estando con cinco en pista. La última jugada del primer acto acababa con cuatro riojanos contra cinco leoneses, faltas duras y muchas exclusiones, dos seguidas para Rubén Garabaya y para Ales Silva en los locales. Ruesga sobre la bocina ponía su tercer gol y un 12-16 que invitaba al optimismo de un Ademar fiero en defensa y que fue de menos a más en el ataque.
La segunda parte comenzaba con la mala noticia de la lesión de Álvaro Cabanas, quien tras una mala caída notaba cómo se le salía un hombro. Tras un primer estirón de los de Isidoro, Nikola Prce acercaba a los riojanos a tres dianas, sacando Losert un balón clave de Garabaya cuando Naturhouse se podía poner a dos tantos.
El arquero balcánico de los leoneses permitía al equipo mantener las diferencias a su favor en el paso por el minuto diez (16-19), con la primera línea leonesa sujetando el juego de ataque de los suyos. Stranovsky desde los siete metros daba de nuevo cuatro de renta. Un golazo de Antonio García ponía el 18-22 pasado ya el ecuador de este segundo periodo y obligaba a un tiempo muerto de Jota en busca de la reacción logroñesa. Pero escasos minutos más tarde, y todavía con esa diferencia (19-23) era Isidoro quien ajustaba cosas con un tiempo muerto.
Un gol de Unai Arrieta estrechaba los márgenes a un 21-23 y es que el tiempo muerto ademarista no había surtido demasiados efectos, al revés. Un oportuno gol de Stranovsky de siete metros y una exclusión de García Vega parecían allanar el encuentro al fin.
Pero el partido estaba incómodo, pegajoso, y Víctor Hugo ponía un 23-25 muy intenso, con defensa mixta de los riojanos. Se entraba en un intercambio de goles, con algo de cansancio ya en los dos equipos y Antonio García con dos dianas oportunísimas para poner al Ademar con renta a su favor de tres que dejaba el choque sentenciado.