balonmano. liga de campeones
Primer test europeo
El Reale Ademar no renuncia a hacer la machada en el feudo del Montpellier.
La rueda de la máxima competición europea vuelve a girar para el Reale Ademar. Los leoneses se estrenan en la Liga de Campeones midiéndose al poderoso Montpellier, monarca absoluto del balonmano galo y uno de los firmes candidatos a pelear por la corona europa que ostenta el Barcelona. Sin duda el papel de favorito en este envite corresponde al conjunto galo. Juega en casa, ante su público, y cuenta entre sus filas con el considerado por muchos como el jugador más completo y desequilibrante del balonmano mundial: el central Nikola Karabatic que lidera un completo plantel donde también destacan buenos jugadores en todos los puestos lateral esloveno Vid Kavticnik, el internacional tunecino Aymen Hammed o el lateral francés internacional Accambray, uno de los mayores talentos jóvenes de la actualidad.
Así las cosas la entrada del Reale Ademar en la máxima competición continental puede asemejarse a un «desembarco de Normandía» en clave deportiva dado que salir vivo del feudo del Montpellier se antoja —a priori— como una empresa de lo más complicado. Pero tampoco imposible. Lo dijo en las horas previas el presidente Carlos Pollán. «El morlaco que tenemos delante es lo más fastidiado pero no renunciamos a nada». Lo subrayó el técnico Isidoro Martínez. «Sabemos que ellos son los favoritos pero ni en este ni en ningún partido vamos a salir con mentalidad perdedora». Y lo remarcó el lateral Antonio García. «Afrontamos esta cita con la máxima ambición».
Fieles a este espíritu y con las buenas vibraciones que dan los cuatro partidos de liga ganados de forma consecutiva, el Reale Ademar no quiere pensar en la machada como un imposible.
Nunca ganó en esa pista. Pero los precedentes tampoco obran en su favor porque de hecho el equipo leonés nunca ha conseguido vencer en la cancha del Montpellier, un equipo al que se ha enfrentado ya varias veces en Liga de Campeones. El empate a 34 en noviembre del 2008 es hasta la fecha el mejor resultado de la escuadra leonesa. Si el Montpellier es un equipo para pelear por la corona continental —que lo es— está claro que una de las premisas para lograr ese reto es hacer de su feudo un fortín. Pero el Reale Ademar quiere asaltarlo.