Márquez sella su increíble remontada
Por tan solo un punto, pero Marc Márquez ya encabeza la clasificación general de Moto2, y faltando tres carreras para la conclusión de la temporada, el piloto catalán tiene toda la pinta de campeón del mundo.
En Motegi, Márquez completó su increíble remontada de 83 puntos en ocho carreras para arrebatar el liderato a Stefan Bradl, dejando atrás un principio de año desastroso -con tres caídas en las tres primeras carreras-, quitándose a base de victorias (lleva siete) la etiqueta de novato en Moto2, y erigiéndose como el piloto más fuerte de la categoría mediana en su año de debut. Quedan tres carreras, 75 puntos en juego, y la pelea por el título está, por supuesto, abierta. Pero Márquez ya está al frente, y ganar o no el título depende solo de él. ¿Alguien se atreve a apostar en contra? Por cierto, Marc Márquez no ganó la carrera del Gran Premio de Japón: el vencedor fue el italiano Andrea Iannone, que se impuso con todo merecimiento al catalán, segundo, que corrió pensando más en el liderato que en el triunfo.
Márquez llegó a las últimas vueltas rodando en cabeza junto a Iannone, compañero de viaje siempre incómodo pues es uno de los pilotos más agresivos de Moto2, y en el antepenúltimo paso por meta vio un mensaje claro en su pizarra: «P2 OK» (la segunda posición es buena). Por detrás.
Stefan Bradl se zafaba en la pelea por el tercer escalón del podio con Luthi, Corsi y De Angelis. El objetivo era quedar por delante del alemán, y el riesgo de disputar la victoria a Iannone era demasiado elevado.
El plan salió a la perfección, pues Bradl se quedó fuera del podio (terminó cuarto), perdiendo siete puntos respecto a Márquez, lo justo para que se consumara el cambio de líder. «Ha sido una carrera difícil. Hoy Iannone era un poco más rápido y he intentado dar el cien por cien para ganar la carrera, pero es cierto que en las últimas vueltas he pensado un poco más en el campeonato y he visto en la pizarra que en las últimas vueltas me indicaban P2 OK», relató Márquez, satisfecho: «Quedar segundos cuando no tenemos una puesta a punto perfecta es muy bueno». De las opciones de ganar el título, como siempre, apenas quiso hablar: «Tenemos que seguir igual. Esta es la línea buena».
Con Esteve Rabat noveno, la jornada resultó aciaga para los demás españoles de Moto2. Jordi Torres y Ricky Cardús se caían en la primera vuelta; Áxel Pons lo haría poco antes del final; Joan Olivé terminó 26º; Aleix Espargaró pasó dos veces por boxes y ni así pudo solucionar sus problemas de ‘chattering’ y terminó último a tres vueltas del vencedor; y su hermano Pol salvó un solo punto (15º) tras verse relegado a la última posición en los incidentes de la primera vuelta.