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BALONCESTO LIGA LEB ORO

León empequeñece al Melilla (91-70)

La dirección de Bernabé y el acierto desde el perímetro reportan a los de De Grado el primer triunfo liguero frente a un adversario errático en ataque que nunda dio sensación de peligro.

Mario Díez entra a canasta tras superar a Salva Arco.

León

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Baloncesto León tuvo que esperar a la cuarta entrega liguera para sumar su primer triunfo. Y este llegó de la mejor manera posible con un festival de juego frente a un Melilla que salió sonrojado del Palacio (91-70).

La necesidad de los leoneses se hizo virtud con un inicio intenso. Con el salto inicial a su favor en un visto y no visto los de De Grado se situaban con un 5-0 en el electrónico tras sendas acciones de Mario Díez y Bernabé. Fue el preludio de lo que iba a suceder en los siguientes minutos. Notable en el juego exterior (entre los dos anteriores, Julio y Quezada lograban 22 de los 24 puntos del primer cuarto) y con una defensa más consistente que en los tres envites ligueros precedentes, León transitaba cómodo en esta primera fase. Además, Devries, Almazán y Wachsmann, tres de los pilares de los norteafricanos, apenas se dejaban ver. Ante ese panorama no fue extraño que en cinco minutos los locales alcanzaran una renta de diez puntos (15-5) que obligaba al técnico melillense a solicitar tiempo muerto. El minuto de ‘reprimenda’ no cuajó.

León estaba seguro en ataque, especialmente desde el perímetro. Tuvo suerte el plantel visitante de que el juego bajo aros no resultase tan productivo. De lo contrario la sangría hubiera sido más severa. No obstante los norteafricanos lograban sacar petróleo en los instantes finales del cuarto y con Manzano como estilete dejaban el marcador en 24-20. Un minuto de asueto y nuevamente a la batalla. Los norteafricanos, más entonados en ataque, parecieron atisbar otro panorama. Eso pintaba el 24-21 tras un lanzamiento desde la personal Manzano. Calvo se encargaba de devolver a los melillenses a la realidad con un triple que recuperaba para León un margen de tranquilidad loable. Arco con un 2+1 intentaba lo hasta ese momento imposible, frenar a un equipo herido en su orgullo por las derrotas precedentes. Ni la tercera personal a Durley lastró a los de De Grado que volvieron a contar con un margen superior a los 12 puntos (39-27), reducidos a 11 al descanso (49-38).

El paso por vestuarios sirvió para que el pulso adquiriera en los diez minutos siguientes un ritmo vertiginoso. Los ataques superaban a las defensas y las acciones apenas consumían una quincena de segundos para concretarse en canasta. A León esa dinámica le beneficiaba. Iba por delante y además, su acierto le permitía viajar con rentas de 10 puntos. A pesar de contar con menos rebotes ayer eso daba lo mismo. Para Melilla rebajar los diez puntos de desventaja era ya una proeza. Pero poco más porque a diez minutos para el final sus números eran muy inferiores a los locales (73-60). La última entrega fue la de la confirmación de un equipo que crece en recursos y hambriento de triunfos. De un León que rugió con toda su fuerza.