Barea añade otro oro a su palmarés

José Juan Barea sigue acumulando éxitos a su palmarés en un año difícil de olvidar para el base de raíces leonesas.

Si en junio levantaba la copa de campeón de la NBA como integrante de los Dallas Mavericks y no hace mucho ayudaba a que Puerto Rico, selección con la que compite, lograba uno de los billetes en juego para el Preolímpico, este domingo se convertía en el jugador clave para que el combinado boricua repitiese el éxito de hace 20 años con la presea dorada en los Panamericanos.

Barea, que aún sopesa jugar en España, la tierra de sus abuelos, si al final persiste el cierre patronal en la liga norteamericana, fue el encargado de, con una canasta a segundo y medio para el final del partido, doblegar la resistencia de México (74-72) y con ello cerrar el 2011 de la mejor manera posible para un jugador que no hace muchos años veía como su deporte, el baloncesto, le sometía a un duro examen tras no ser drafteado por la NBA. A Dallas entraba por la puerta de atrás y hoy en día es ya uno de los pilares del mejor club del mundo. Eso sí, su futuro aún no está decidido. JJ es ahora agente libre y una vez en junio finalizaba su contrato con los texanos, es el único que puede decidir qué camino sigue. Los Dallas cuentan con él. Pero también la ACB con equipos como Barcelona y Caja Laboral interesados en hacerse con sus servicios.

Y eso a pesar de su metro setenta que no le ha impedido en arrebatarle el rol de titular a Jason Kidd en los Mavericks y de erigirse en el timonel de una Puerto Rico que de su mano ha hecho historia. La actuación del base de raíces leonesas permitía precisamente a la selección caribeña superar los cuartos de final frente a Canadá con 25 puntos mientras que ya en las semifinales los 22 puntos del director de juego posibilitaban dejar en la cuneta a la República Dominicana con la que cedían precisamente en el último Torneo de las Américas. Ya en la final su acción a falta de segundo y medio para el final desnivelaba el empate a 72 evitando la prórroga y dando a Puerto Rico su tercer oro en la historia de los Juegos Panamericanos.