LA ESTRELLA DE LA JORNADA. antonio garcía. lateral del reale ademar
El goleador desprendido
Puso de su bolsillo 50.000 euros para venir al Ademar. «Mereció la pena», asegura. Antonio García hizo el pasado sábado su mejor partido con la camiseta ademarista. Nueve goles al Copenhague danés que pusieron líder de su grupo al equipo leonés. Y ahora lo saborea. «Jugar la Champions es lo máximo»
—Partidazo y victoria enorme ante el Copenhague danés. ¿Diría que es su mejor partido desde que viste la camiseta del Reale Ademar?
—Seguro (dice rotundo) y además de meter esos nueve goles pienso que no sólo yo, sino que todo el equipo estaba muy enchufado y con muchísima intensidad y eso también me ayuda a mí a poder aportar cada vez más. Sin duda ha sido mi mejor partido y la verdad es que ya tenía ganas de hacer uno así en el Palacio de los Deportes ante nuestra afición. Y la sensación es todavía mejor porque fue ante un rival de muchísima entidad como es el Copenhague danés que le da todavía más entidad al partido tan bueno que hicimos todos.
—¿Sentía que todavía no se había visto la mejor versión de Antonio García en León?
—Yo sentía que no estaba siendo lo regular que debería de ser. Había tenido buenos partidos pero nunca a mi mejor nivel y luego tampoco había sido capaz de mantener un buen nivel durante los partidos que llevábamos de temporada. Yo soy de los que piensa que nunca se llega al mejor nivel y que siempre se puede hacer algo mejor. Día a día entrenamos para seguir progresando y todo se puede mejorar.
—Este verano pasado, cuando se estaba «cocinando» su fichaje por el Reale Ademar comentaba que uno de los alicientes era jugar la Liga de Campeones. Es un sueño cumplido ¿verdad?
—Sí ha sido lo máximo y una de las mejores sensaciones que he tenido desde que soy jugador de balonmano. Poder disfrutar de un partido de Champions es algo especial y más ante un súperequipo como el Copenhague.
—Hay un ambiente especial...
—Sí, es otra historia porque ya la gente que viene al pabellón viene con otra actitud y a nosotros mismos creo que nos cuesta entrar menos en los partidos. No sé porqué será, quizá la música especial de la Champions o toda la parafernalia que la acompaña pero lo cierto es que se vive de otra manera. Este año hemos tenido la suerte o la desgracia, según se mire, de tener un grupo muy fuerte. Vienen aquí equipos muy fuertes y muchos de ellos candidatos a ganar la Champions y mira... estamos ahí y haciendo partidos que nos han llevado a liderar nuestro grupo.
—¿Hasta dónde puede llegar el equipo en esta Liga de Campeones, quizá la más fuerte y más exigente de cuantas se han disputado hasta la fecha?
—Creo que no podemos tener unas expectativas más allá del siguiente partido que tenemos. Lo cierto es que nuestro grupo se ha puesto ahora muy apretado y muy caliente, sobre todo después de la derrota el pasado fin de semana del Montpellier en Hungría. Nosotros tenemos que acabar de culminar esto ganando dos partidos sí o sí. Y hablo del partido aquí en casa ante el Pick Szeged y en Belgrado ante el Partizan. Si lo hacemos podremos pensar en algo más pero de momento primero debemos centrarnos en pasar esta fase de grupos (acceden los cuatro primeros de cada uno) y luego si podemos pensar en mirar más hacia arriba, como la segunda o tercera plaza, mejor que mejor. Eso nos daría opciones de jugar contra un rival menos complicado en la siguiente ronda. Eso haría crecer nuestras expectativas de una manera muy grande.
—Su fichaje fue el gran culebrón del verano. Para forzar su salida del Granollers tuvo incluso que poner 50.000 euros de su bolsillo. ¿Pero ha merecido la pena verdad?
—Claro desde el primer día que llegué aquí a León ya sabía que merecía la pena vestir esta camiseta. Lo dije siempre, el Ademar para mí es un equipo de los grandes y después de ver el magnífico ambiente de este club y de esta ciudad en todo lo que respecta al balonmano tengo claro que nunca me arrepentiré de haber venido a este club».