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La valentía no tiene premio (30-29)
El Reale Ademar tuvo en su mano el empate en la última jugada ante el Copenhague pero Kasper dinamitó la ilusión.
El deporte a veces es cruel. No reconoce el esfuerzo, ni la ambición, ni las ganas. Le sucedió ayer al Reale Ademar en la cancha del Copenhague danés, nuevo líder del Grupo D de la Liga de Campeones. Los leoneses tutearon a los nórdicos durante todo el partido, llegaron a tener ventajas de hasta tres goles y acabaron perdiendo por la mínima (30-29) pese a tener la última posesión para forzar un empate que hubiese sido mucho más justo para lo que se vio sobre el parqué del Brondby Halle. Antonio García tuvo las tablas en su mano pero su lanzamiento lo atajó Kasper Hivdt, el meta danés con el que el equipo leonés ha conquistado su único título de liga. Eso sin olvidar la «ayudita» de la pareja arbitral islandesa que permitieron en muchas ocasiones una dureza rayana en la agresión en la zona del Copenhague.
Pero en cualquier caso su caserismo no empaña el enorme trabajo que hizo todo el Reale Ademar para meter el miedo en el cuerpo al equipo emergente de Europa en estos momentos. Desde el inicio se vio que, como habían prometido, los leoneses salieron a por el partido. El Reale Ademar arrancó fiel a su defensa 5-1 que tan buen resultado les ha dado en los últimos partidos mientras que el Copenhague se amparaba en su compacta 6-0 con un muro central tremendo formado por Jorgensen, Boldsen. Un entramado defensivo muy complicado de atacar pero que el equipo leonés supo abordar con acierto. Tanto que en el minuto seis ya estaban arriba por 2-4 ante el asombro del enardecido Brondby Halle.
La velocidad en las transiciones es tremenda. Buena parte de los goles leoneses llegan precedidos de ataques eléctricos. Pero el Copenhague juega en casa y sabe que es un partido vital en sus aspiraciones de liderar el Grupo D de la Liga de Campeones.
El brazo de Mikkel Hansen empieza a demostrar porqué es uno de los mejores del mundo y sus compañeros aprietan en defensa. El envite cambia de color pero por poco tiempo. El Copenhague sigue perdiendo muchos balones en ataque ante una defensa 5-1 que no saben como atacar. En un visto y no visto el empate vuelve a subir al marcador. Y no sólo eso. Los de Isidoro Martínez endosan un parcial de 0-4 a los nórdicos que cambia el panorama por completo. La renta llega a 10-13 pero un arreón final danés recorta la brecha hasta el 15-16 con que acabó la primera parte.
La segunda parte despegó con Losert en la portería, con Borges actuando de adelantado en la defensa 5-1 y con Cutura haciendo su tercer gol. El internacional croata desbarata los primeros ataques daneses con cinco paradas a siete lanzamientos. La mala noticia es que despierta de su letargo el veterano Stefansson con dos goles seguidos que meten de nuevo a los suyos en el partido. Por suerte también es el día de un jugador como el francés Dipanda que habitualmente pasa inédito en ataque y va ya por su tercer gol.
El Copenhague intensifica su defensa hasta rayar en la agresividad en la mayoría de los ataques leoeneses. Los manotazos en el aire en acciones de lanzamiento a los leoneses son constantes. El arbitraje de los islandeses empieza a ser de un caserismo inaguantable. Y lo malo es que en esos momentos —pasado el ecuador de la segunda parte— es cuando se corta el bacalao.
El choque entra en una fase de alternativas constantes en el marcador pero a siete minutos del final el equipo leonés se oscurece en ataque. Es tiempo de soluciones rápidas y en la conexión con el pivote encuentra el Ademar oxígeno a sus problemas en ataque con tres tantos de Andreu que aprietan de nuevo las cosas al máximo. Empate a 28.
Quien cometa un error lo pagará caro y ese fue el Reale Ademar con un penalti fallado por Krivochlykov. Dos hachazos daneses les dan de nuevo una ventaja de dos goles. Stranovsky apura las últimas posibilidades y pone el encuentro en 30-29. Falta un minuto el Copenhague pierde el balón y el Ademar se lanza a por el empate. Lanza Antonio García y para de nuevo Kasper. Una lástima para tanto esfuerzo.