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Otro golpe de autoridad (24-27)

El Reale Ademar sufre pero suma su cuarta victoria en Champions ante un correoso Partizan que le pone a un punto del pase a octavos. Los leoneses comparten con el Kiel el segundo puesto del Grupo D.

El pivote ademarista Juan Andreu intenta superar con fuerza la agresiva defensa de los serbios del Partizan de Belgrado y lanzar a puerta.

Publicado por
g. fernández | león
León

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Dos puntos más y cuarta victoria (24-27) en Liga de Campeones. Es lo mejor que se puede decir del envite que ayer solventó el Reale Ademar. Practicidad en estado puro. Como el partido que hizo el equipo leonés, sobre todo en la recta final cuando el Partizan agobiaba y soplaba con fuerza en la nuca. No fue una victoria brillante ni tampoco se hizo un juego espectacular. Es cierto. Pero cuando los serbios se pusieron a un gol de distancia y peligraba el gran trabajo anterior el equipo actuó con la cabeza fría y sentenció. Dos puntos de oro que dejan casi en el bolsillo el pase a octavos de final y que además permiten a los leoneses seguir pugnando por pasar como terceros o incluso segundos de grupo, lo que les serviría para esquivar a los equipos más peligrosos en la siguiente ronda.

Fue una victoria trabajada con un final apretado que en nada se pareció al plácido inicio. De entrada el Reale Ademar plantea la defensa que mejores resultados le está dando ultimamente: un 5-1 con el brasileño Borges de adelantado. « Sambita », como cariñosamente le conocen sus compañeros, es la amenaza silenciosa para cualquier rival. Con él cerca no hay forma de que la bola circule con tranquilidad. Y eso le pasó al Partizan. Los serbios tardaron más de cinco minutos en perforar por primera vez la meta defendida por Vicente Álamo, que tuvo un comienzo extraordinario.

El esquema del Reale Ademar era claro: rapidez en el repliegue, buena defensa arropando a un segurísimo Álamo y salida veloz al contraataque.

Al minuto diez el partido parecía un concierto solista con un Ademar generando toda la música. El equipo leonés sube la renta a un 1-5 que dejaba claro quien mandaba sobre el parqué del Pionir, ayer semivacío y con un aspecto gélido.

El sistema defensivo leonés seguía impermeable aunque en el ecuador de la segunda parte el Partizan comenzó a despertar. Más que nada por verguenza torera porque estar en Champions y llevar dos tantos en un cuarto de hora no es de recibo. Aunque Álamo estuviese muy seguro como así era.

El técnico serbio pide rápidamente un tiempo e introduce cambios. Pone en pista a un valor joven del Partizan: el lateral izquierdo Dimitrijevic, que en cinco minutos hizo cuatro dianas. Los balcánicos recortan las diferencias y se ponen a tres: 6-9. Un resultado mucho más acorde con un partido de la máxima competición y más jugando fuera.

La renta ademarista se estabiliza entre los cuatro y cinco tantos. Pero lo mejor es que el Partizan no da síntomas de poder poner en aprietos a un Reale Ademar que como había subrayado su técnico en las horas previas iba a salir a por la victoria con la máxima concentración. Antonio García, que había comenzado con malos porcentajes, calienta el brazo y vuelve a ser el lanzador letal de los últimos partidos.

Al final de la primera parte el equipo leonés se va al descanso con una ventaja importante pero no definitiva: 10-14. El balance de los primeros treinta minutos está claro: gran defensa 5-1 que ahogó el ataque balcánico y sus líneas de pase dejándoles en esa pírrica decena de goles.

Los segundos treinta minutos arrancaron con intercambio de tantos en ambas porterías. Jugar a gol por gol podía convenirle al equipo leonés pero no a un Partizan que va cuatro abajo en el marcador.

Manteniendo su homogeneidad atrás los hombres de Isidoro Martínez mantienen su ventaja en el marcador sin excesivos problemas. Pero la inspiración poco antes del ecuador de la segunda parte del voluminoso meta serbio Milic (135 kilos y casi dos metros de altura) permitió a los suyos ponerse a dos: 17-19 tras un parcial de 3-0. Hacía muchos minutos que no veían tan cerca al rival. El ataque ademarista se espesa y no ve huecos con facilidad.

Isidoro Martínez cambia la portería. Saca a Álamo y entra el croata Venio Losert. En el lateral sale Antonio García por Iosu Goñi. El Reale Ademar pasa por sus momentos más complicados. Cuando una contra de los serbios supera el repliegue leonés y ajusta el marcador al máximo: 21-20 tras un parcial de 4-0, Isidoro pide tiempo muerto rápidamente. El guión ha cambiado totalmente. El Reale Ademar no remató al Partizan cuando pudo le permitió meterse en el partido y ahora lo está pagando.

Y entonces apareció el killer Martin Stranovsky. Un penalti transformado por el eslovaco es auténtico oxígeno para un equipo que respira con dificultad. Y acto seguido transforma una contra tras una buena acción defensiva. En unos segundos ha vuelto a abrir la brecha. Regresa el aire.

Pero Milic es una muralla en la portería del Partizan y deja claro que el envite no admite relajaciones. Quedan siete minutos que van a ser un infierno.

Son minutos para que brille el ataque posicional y en ese sprint el del Ademar refulge más que el balcánico. Dipanda acierta y el equipo leonés exprime la conexión del pivote con un Rafa Baena que sabe hacerse huecos en la defensa serbia para sumar dos tantos de oro. Nueva victoria y el Reale Ademar que sigue con paso firme en Europa.

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