Las fichas, al cajón

La Cultural defiende su inocencia porque ya bastante castigo es penar en Tercera División por no hacer frente a los pagos con unos jugadores que sudaron gratis para salvar la categoría en lo deportivo. León tiene una deuda pendiente con un equipo abanderado por Alberto Monteagudo que se dejó la piel a cambio de nada por el escudo de la Cultural.

El club leonés pagó con el infierno de Tercera sus despropósitos económicos con una plantilla noble. Pero la Real Federación Española de Fútbol no quiere dejarlo ahí, sino que ahoga aún más a una entidad con casi cien años de historia por una deuda que si no fuera por la burocracia de unos contratos que expiraron en junio, y no en mayo, estaría ya condenada.

La Real Federación Española de Fútbol hila muy fino para destrozar a un club que había comenzado a levantar cabeza de la mano de Javier Baena, tanto en lo económico como en lo deportivo. No parece, por las manifestaciones de unos y otros, que el órgano federativo vaya a dar el brazo a torcer. Está pillado en su propio despropósito.

Primero validó, selló y expidió las licencias federativas cuando la Cultural cumplió en los pagos con su anterior cuerpo técnico. Después, aparecieron las denuncias de cuatro ex futbolistas. Y finalmente, el lío. ¿Por qué la propia Federación, que asegura que avisó a la Cultural hace dos meses de que jugaba cada domingo sin las licencias tramitadas, no actuó de oficio y dijo las fichas, al cajón?