El mejor escaparate pasa por jugar ante las estrellas blancas

Claudio Barragán lo tiene claro: la prioridad es la liga. Los jugadores también pero en su cabeza no pasa quedarse sin jugar un partido de las dimensiones del que tendrán que afrontar mañana frente al Real Madrid en la ida de los dieciseisavos de la Copa.

Medirse a uno de los mejores clubes del mundo garantiza una motivación extra. Pero también supone un escaparate mediático para los integrantes del plantel deportivista. Por eso en la mente de todos está aparecer en el once inicial del técnico o al menos poder saltar al terreno de juego del Toralín desde el banquillo. Mejor, claro está, si es también en el envite de ida de mañana. Lo del Bernabéu también es ilusionante, pero menos trascendente.

En el seno de la plantilla de la Ponferradina se tiene claro que la eliminatoria se presenta complicada, juegue quien juegue por parte del Real Madrid. Pero también que en esto del fútbol cualquier cosa puede pasar por que en el campo serán once contra once. Por ese motivo y también porque los blanquiazules transitan por un momento de juego óptimo, el deseo de ser de la partida es incluso mayor. Eso sí, todos son conscientes que la decisión del entrenador es la que manda porque por encima del objetivo de la Copa, a la que no se deja de lado, está el realizar un campeonato liguero óptimo que pueda abrirle de nuevo las puertas a la fase de ascenso a Segunda División.

Evitar lesiones y un sobrecansancio pueden hacer así que Claudio Barragán se plantee dejar a algunos de los catalogados como titulares en el banquillo. Y a otros incluso en la grada de El Toralín.