Autoconfianza

Cuando se convirtió en entrenador del Oporto, los primeros días de 2002, Mourinho prometió de entrada que al año siguiente sería campeón nacional. Sin lugar a dudas me impresionó su autoconfianza, algo que se puede confundir con arrogancia. Yo prefiero definirlo con esa palabra. Autoconfianza. Cuando lo conocí personalmente, en diciembre de 2003, era campeón de Portugal y da la Copa UEFA, pero soñaba con la Champions League. En un viaje a Londres, para observar al Manchester United, futuro rival del Oporto en la competición más importante de Europa, me dijo que se si salía victorioso de Old Trafford, se iría a entrenar a Inglaterra al año siguiente. Siempre confió en sus posibilidades. Muchos jugadores lo dicen: Mourinho tiene la capacidad de saber anticipadamente lo que va a pasar. Pocos meses después de ese viaje a Londres, Oporto eliminaba al Manchester en el camino para un sensacional triunfo en la final de la Champions. Y Mourinho se fue a Inglaterra, al Chelsea, como me había dicho...

Estaba dado el primer gran paso rumbo a una carrera internacional sin precedentes para un entrenador portugués. Pude constatar muchas veces en Londres que la llegada de Mourinho al Chelsea revolucionó la Premier League y el fútbol inglés. En su presentación en Stamford Bridge, dijo que se sentía un entrenador especial por lo que había logrado y la prensa inglesa pasó entonces a llamarle como «special one»... En sus manos, el Chelsea pasó de ser un equipo simpático a un equipo con hambre de triunfos, logrando el titulo inglés por primera vez en más de 50 años. Pienso que solo Mourinho lo podía conseguir, pero creo que también los ingleses lo consideraron más arrogante que una persona plena de autoconfianza. La historia se repitió en Italia, con el Inter, y ahora en España, en el Real Madrid. Para Mourinho, solo vale ganar y el fútbol es realmente más importante que todo. Sin lugar a dudas ni vacilaciones...