De la escuela europea

Ignacio Iglesias Villanueva (Pontedeume, 01/06/1975), profesor de educación física, árbitro de la nueva hornada en la Primera División, esta es su segunda temporada en la máxima categoría, llegando a ella con bastante experiencia al haber militado durante 15 temporadas en las categorías de plata y bronce de nuestro fútbol.

Si la escuela del arbitraje español es apasionada e implicada a juego con nuestra personalidad colectiva hay siempre entre nosotros la figura del heterodoxo. Este árbitro es heterodoxo en el sentido de que bien parece surgido de la escuela europea como buen gallego, la que deja jugar, la que no se implica en exceso sino sólo dirige, la que es más cerebral que visceral. Agradecemos contar en nuestro rico elenco de árbitros españoles con algunos como Iglesias Villanueva que son un toque distinto pero igualmente útil e imprescindible dentro de esa universidad de alta gama que es el arbitraje español.

Personalmente, como me he formado genética y educacionalmente en la escuela de la implicación y la pasión, admiro el temperamento que en el campo tienen árbitros como este colegiado gallego, pero le deseo suerte ya que el fútbol es impredecible y no es posible controlarlo todo arbitralmente desde el racionalismo y la frialdad.

Esta noche en El Toralín posiblemente hará frío. Las medidas del campo no serán tan grandes como las que utiliza normalmente el equipo visitante. El orgullo de algunos estará herido, la grada estará a rebosar, para unos puede ser un partido más, para otros será el partido de su vida. Todos estos acicates darán aún más protagonismo a una figura, la arbitral, que lo mejor que le puede pasar es que sea invisible.

España no sólo ha aportado al fútbol grandes jugadores y entrenadores y no solo está actualmente marcando una época, sino que su escuela de arbitraje goza del prestigio internacional, de una personalidad propia, y ha conseguido hitos que nos prestigian y singularizan. Aun así, mucha suerte que falta hará.